Lo que daña el alma no es lo que entra por la boca, sino los pensamientos malos y las palabras con que estos se expresan.
Hechos 10:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Lo que Dios ha limpiado, no lo llames impuro —le volvió a decir la voz. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero la voz habló de nuevo: —No llames a algo impuro si Dios lo ha hecho limpio. Biblia Católica (Latinoamericana) Y se le habló por segunda vez: 'Lo que Dios ha purificado no lo llames tú impuro. La Biblia Textual 3a Edicion Y la voz le habló de nuevo a él por segunda vez: De ningún modo llames común lo que Dios limpió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De nuevo la voz se dirigió a él segunda vez: 'Lo que Dios ha declarado puro, tú no lo llames profano'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le habló la voz la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. |
Lo que daña el alma no es lo que entra por la boca, sino los pensamientos malos y las palabras con que estos se expresan.
porque los alimentos no entran al corazón sino al estómago, y después van a dar a la letrina? Con esto Jesús quiso decir que todos los alimentos son limpios.
La misma visión se le presentó tres veces. Luego el lienzo volvió a ser recogido en el cielo.
Entonces Pedro les dijo: ―Ustedes saben que al entrar yo aquí estoy quebrantando la ley judía que prohíbe entrar a la casa de un gentil. Pero Dios me ha mostrado en visión que no debo considerar profana o impura a ninguna persona.
Entonces la voz me dijo: “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames impuro”.
Pero mandémosles a decir por carta que se abstengan de comer las carnes sacrificadas a los ídolos, de los vicios sexuales y de comer carnes de animales sin desangrar o ahogados,
Sólo les pedimos que se abstengan de comer carnes ofrecidas a los ídolos, sangre, animales ahogados, y que, por supuesto, se aparten de los vicios sexuales. Bastará que se abstengan de estas cosas. Los saludamos con nuestros mejores deseos.
Y no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, porque les había limpiado sus corazones por medio de la fe.
En cuanto a mí, tengo la seguridad absoluta de que podemos comer de todo. Pero si alguien piensa que es malo comer algo, no debe comerlo, porque es malo para él.
No destruyas la obra de Dios por la comida. Recuerda, todo alimento es bueno; lo malo es comerlo y con ello hacer tropezar a alguien.
Coman de cualquier carne que se venda en la carnicería. No pregunten nada, por motivos de conciencia.
El que es puro de verdad, todo lo ve puro; pero los que tienen el corazón podrido y lleno de incredulidad lo ven todo malo, porque su mente y su conciencia corrompidas desfiguran lo que ven.
Y exprimieron las uvas en un lugar que está fuera de la ciudad, y de ese lugar brotó un río de sangre de trescientos kilómetros de extensión, en el que un caballo podía sumergirse hasta las bridas.