Pasa por alto los pecados de mi juventud, Señor; mírame con ojos de misericordia y perdón.
Hebreos 8:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Yo les perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Biblia Nueva Traducción Viviente Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo perdonaré sus maldades y no volveré a acordarme de sus pecados. La Biblia Textual 3a Edicion Porque seré propicio a sus iniquidades, Y nunca jamás me acordaré de sus pecados.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 cuando perdone su culpa y no recuerde más su pecado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque seré propicio a sus injusticias, y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré más. |
Pasa por alto los pecados de mi juventud, Señor; mírame con ojos de misericordia y perdón.
Yo, sí, sólo yo soy quien borra sus pecados por amor a mí mismo y nunca más los recordaré.
Yo he borrado tus pecados, se han esfumado como niebla matutina al llegar el mediodía. ¡Oh, regresa a mí, pues yo pagué el precio de tu libertad!
En aquel tiempo ya no será necesario que uno al otro se amoneste para conocer al Señor pues cada cual, el grande y el pequeño, realmente me conocerá, dice el Señor, y yo perdonaré y olvidaré sus graves faltas.
Y los limpiaré de todas sus acciones perversas contra mí y los perdonaré.
¡En aquellos días, dice el Señor, no se hallará pecado en Israel ni en Judá, porque yo perdonaré a los que hayan quedado, a quienes yo liberé!
¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona los pecados de los que aún quedan de su pueblo? Pues tú no retienes para siempre el enojo contra tu pueblo, porque amas la misericordia y el perdón más que la cólera y el castigo.
Una vez más ten compasión de nosotros y borra de tus registros nuestras faltas. ¡Olvídate de nuestras maldades como si hubieran sido echadas para siempre en lo más profundo del mar!
Gracias a que él derramó su sangre, tenemos el perdón de nuestros pecados. Así de abundante es su gracia.
y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, que fue el primero en levantarse de entre los muertos y que tiene autoridad sobre todos los reyes de la tierra. Al que nos ama y derramó su sangre para libertarnos de nuestros pecados,