¡pero él fue herido y maltratado por los pecados nuestros! ¡Se le castigó para que nosotros tuviéramos paz, lo azotaron y nosotros fuimos sanados por su sufrimiento!
Hebreos 5:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Aun Jesús, siendo Hijo de Dios, tuvo que aprender por medio del sufrimiento lo que es la obediencia! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque era Hijo de Dios, Jesús aprendió obediencia por las cosas que sufrió. Biblia Católica (Latinoamericana) Aunque era Hijo, aprendió en su pasión lo que es obedecer. La Biblia Textual 3a Edicion Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió° la obediencia, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y aun siendo Hijo, aprendió, padeciendo, a obedecer Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; |
¡pero él fue herido y maltratado por los pecados nuestros! ¡Se le castigó para que nosotros tuviéramos paz, lo azotaron y nosotros fuimos sanados por su sufrimiento!
―Juan —le respondió Jesús—, bautízame, porque nos conviene cumplir lo que Dios manda. Y Juan lo bautizó.
Nadie me la quita, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo poder para entregarla, y también tengo poder para volver a recibirla. Esto es lo que mi Padre me ordenó».
Si obedecen mis mandamientos, no se apartarán de mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y su amor no se aparta de mí.
Jesús les explicó: ―Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar el trabajo que me dio.
Yo he venido del cielo a cumplir la voluntad del que me envió y no la mía.
Al hacerse hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte en la cruz!
pero en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo. A él Dios lo hizo heredero de todas las cosas y por medio de él creó todo el universo.
En efecto, Dios jamás le dijo a ningún ángel: «Tú eres mi Hijo y hoy mismo te he formado». Y en otro pasaje dice: «Yo seré su Padre y él será mi Hijo».
Pero de su Hijo, dice: «Tu trono, oh Dios, es eterno, y gobiernas tu reino con justicia.
En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios si mantenemos hasta el fin nuestra entereza y la esperanza que nos hace sentir orgullosos.