Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Hebreos 4:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Pongamos, pues, empeño en entrar también en aquel reposo; cuidémonos de no desobedecer a Dios como lo desobedecieron los israelitas.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces, hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso, pero si desobedecemos a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel, caeremos.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Esforcémonos, pues, para entrar en ese descanso, y que nadie merezca, por su falta de fe, el castigo de que hablamos.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Procuremos pues entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en el mismo ejemplo de desobediencia.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Esforcémonos, pues, por entrar en aquel descanso, para que nadie caiga en aquella misma rebeldía.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Procuremos, pues, entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de incredulidad.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Hebreos 4:11
22 Tagairtí Cros  

Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, se ha combatido mucho contra el reino de los cielos, y los que son violentos luchan para acabar con él.


»Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conducen a la perdición; por eso muchísimas personas los prefieren.


―Traten de entrar por la puerta angosta, porque muchos tratarán de entrar y no podrán.


»La ley y los profetas se anunciaron hasta Juan. Desde entonces, se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.


No trabajen por la comida que se acaba. Trabajen más bien por la comida que permanece y da vida eterna, que es la comida que el Hijo del hombre les dará. Sobre él ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.


»Por lo tanto, oh rey Agripa, no desobedecí esa visión del cielo.


Vivían siguiendo la corriente de este mundo, obedecían los dictados del príncipe del imperio del aire, quien ahora mismo está operando en el corazón de los que se rebelan contra el Señor.


No se dejen engañar por los que tratan de excusar estos pecados, porque por esos pecados el castigo de Dios viene sobre los que son desobedientes.


Queridos hermanos, ustedes siempre me han obedecido, no sólo cuando estuve con ustedes sino también ahora que ya no estoy; lleven a cabo su salvación con temor y temblor,


La terrible ira de Dios caerá sobre los que hacen tales cosas,


Dicen que conocen a Dios, pero en la práctica demuestran no conocerlo. Son odiosos, desobedientes e incapaces de hacer lo bueno.


En otro tiempo, también nosotros éramos insensatos y desobedientes; con facilidad nos descarriábamos y vivíamos esclavos de los placeres y de los deseos pecaminosos. Estábamos llenos de rencor y envidia. Odiábamos a los demás y ellos nos odiaban a nosotros.


Por lo tanto, cuídense, hermanos, y no sean incrédulos ni tengan un corazón perverso que los esté apartando del Dios vivo.


Y ¿a quiénes se refería Dios cuando juró que no entrarían a la tierra que había prometido a su pueblo? Se refería a los que lo habían desobedecido.


Eso significa que todavía falta que algunos entren al reposo de Dios. Los que primero tuvieron la oportunidad de entrar no la aprovecharon por desobedientes.


Pero anhelamos que cada uno siga con el mismo entusiasmo hasta el fin, para que puedan obtener lo que esperan.


A su regreso le dijeron a Josué: «Es una ciudad pequeña y bastará con dos o tres mil hombres para destruirla; no es necesario que vayamos todos nosotros a tomarla».


Más tarde, redujo a cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra y las borró de la superficie de la tierra para que sirviera de advertencia a los impíos.