El sabio teme al Señor y se aparta del mal, pero al necio no le importa y es muy confiado.
Hebreos 4:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Aunque la promesa de Dios de entrar en su reposo se mantiene en pie, debemos tener mucho cuidado, no sea que algunos no puedan entrar en ese reposo, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Biblia Nueva Traducción Viviente Todavía sigue vigente la promesa que hizo Dios de entrar en su descanso; por lo tanto, debemos temblar de miedo ante la idea de que alguno de ustedes no llegue a alcanzarlo. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuidémonos, pues; no sea que alguno de ustedes deje pasar esta oferta de entrar en el descanso de Dios y no lo alcance. La Biblia Textual 3a Edicion Temamos por tanto nosotros, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, pues, temamos, no sea que, aun quedando en pie la promesa de entrar en el descanso de Dios, alguno de vosotros se encuentre con que ha llegado tarde. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Temamos, pues, que quedando aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. |
El sabio teme al Señor y se aparta del mal, pero al necio no le importa y es muy confiado.
Dichoso el hombre que honra al Señor, pero el que endurece su corazón caerá en desgracia.
Y celebraré un convenio eterno con ellos, prometiendo no volver a abandonarlos, y hacerles sólo bien. Pondré en sus corazones el deseo de honrarme y respetarme, y nunca me abandonarán.
Por cuanto los espías estuvieron cuarenta días en la tierra, ustedes vagarán en el desierto durante cuarenta años, un año por cada día, llevando la carga de sus pecados. Les enseñaré cada día lo que significa rechazarme”.
»Por eso, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios para que él los limpie de sus pecados
Tienes razón. Recuerda que esas ramas fueron cortadas por no creer en Dios, y que tú estás allí porque crees. Por eso, no te pongas orgulloso; sé humilde,
Es así porque todos hemos pecado y no tenemos derecho a gozar de la gloria de Dios.
Por lo tanto, el que piense que está firme, tenga cuidado de no caer.
Se han apartado de Cristo si esperan justificarse guardando la ley. ¡Han caído de la gracia de Dios!
si no somos fieles, él se mantiene fiel a nosotros, porque no puede faltar a su promesa.
Asegúrense de que a nadie le falte el amor de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause problemas y envenene a muchos.
Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que les llamaba la atención en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le damos la espalda al que nos llama la atención desde el cielo.
Acuérdense de quienes los han guiado y les han anunciado el mensaje de Dios. Piensen en cuál fue el resultado de vivir como vivieron, e imiten su fe.
Entonces, airado contra ellos, juré diciendo: “Jamás entrarán en mi reposo”».
Pongamos, pues, empeño en entrar también en aquel reposo; cuidémonos de no desobedecer a Dios como lo desobedecieron los israelitas.
»Por lo tanto, yo, el Señor Dios de Israel, declaro que aunque prometí que tu casa y la casa de tus antepasados llevarían el sacerdocio por siempre, no permitiré que se siga haciendo lo que tú haces. Honraré solamente a los que me honran, y despreciaré a los que me desprecian.