Elías, el profeta de Tisbé de Galaad, le dijo al rey Acab: «Tan cierto como que el Señor, Dios de Israel, vive, el Dios al cual adoro y sirvo, te digo que no habrá rocío ni lluvia durante varios años en Israel, hasta que yo lo diga».
Hageo 1:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »A consecuencia de esa negligencia suya es que yo me he enojado y decidido no enviarles la lluvia necesaria para sus cosechas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Biblia Nueva Traducción Viviente Es por causa de ustedes que los cielos retienen el rocío y la tierra no produce cosechas. Biblia Católica (Latinoamericana) Por esto, los cielos han retenido la lluvia y la tierra no ha dado sus frutos. La Biblia Textual 3a Edicion Por eso, por causa de vosotros, los cielos han retenido la lluvia, y la tierra su cosecha. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, por causa vuestra, el cielo ha retenido la lluvia y la tierra se ha negado a dar sus frutos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por eso se detuvo del cielo sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. |
Elías, el profeta de Tisbé de Galaad, le dijo al rey Acab: «Tan cierto como que el Señor, Dios de Israel, vive, el Dios al cual adoro y sirvo, te digo que no habrá rocío ni lluvia durante varios años en Israel, hasta que yo lo diga».
»Y cuando los cielos se cierren y no haya lluvia, por causa de los pecados de tu pueblo, óyelos desde los cielos, y perdónalos cuando ellos oren en este lugar y confiesen tu nombre. Después que los hayas castigado, ayúdalos para que sigan los buenos caminos en los que debieron haber andado y envía la lluvia sobre la tierra que les has dado.
»Pero ahora le quitaré todo el vino y el trigo con que continuamente la he provisto. También le quitaré la ropa que le di para que cubriera su desnudez. Ya no le daré más ricas cosechas de trigo en su estación, ni vino en el tiempo de las uvas.
Quebrantaré su orgulloso poder, y haré que el cielo sea como acero y la tierra como bronce.
Siembran mucho, pero recogen poco; comen, pero quedan con hambre; beben, pero quedan con sed; se visten, pero la ropa no los calienta; y el salario no les alcanza para nada.