La comida de los hermanos de José la servían desde la mesa de este. Le dio a Benjamín una porción cinco veces mayor que la de los demás. Bebieron con José, y pasaron unos momentos de mucha alegría.
Génesis 45:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero a Benjamín le dio cinco mudas de ropa y trescientas monedas de plata. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos. Biblia Nueva Traducción Viviente A cada uno le dio ropa nueva, pero a Benjamín le dio cinco mudas de ropa y trescientas monedas de plata. Biblia Católica (Latinoamericana) A cada uno le regaló un vestido, pero a Benjamín le regaló trescientas monedas de plata y cinco vestidos. La Biblia Textual 3a Edicion A todos ellos les dio mudas de vestidos, y a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco mudas de vestidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A cada uno de ellos le dio un vestido para mudarse; y a Benjamín le dio trescientos siclos de plata y cinco mudas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A cada uno de todos ellos dio mudas de vestiduras, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestiduras. |
La comida de los hermanos de José la servían desde la mesa de este. Le dio a Benjamín una porción cinco veces mayor que la de los demás. Bebieron con José, y pasaron unos momentos de mucha alegría.
A su padre le envió diez burros cargados con las mejores cosas de Egipto, diez burras cargadas de trigo, y toda clase de alimentos para que comieran durante el viaje.
―Ve y visita al profeta —le dijo el rey—. Yo te daré una carta de presentación para que se la entregues al rey de Israel. Naamán emprendió la marcha. Llevaba consigo regalos: treinta mil monedas de plata, seis mil monedas de oro y diez mudas de ropa.
Les dieron entonces ropa blanca, y les dijeron que esperaran un poco más, hasta que se completara el número de los demás siervos de Jesús que iban a sufrir el martirio y se les unieran.
Sansón les preguntó si querían que les propusiera una adivinanza y ellos aceptaron. ―Si ustedes aciertan mi adivinanza durante los siete días de fiesta —les dijo—, les daré treinta túnicas y treinta mudas de ropa.
Entonces el Espíritu del Señor vino sobre él y fue hasta la ciudad de Ascalón, mató a treinta hombres, les quitó la ropa y se la dio a los jóvenes que le habían contestado el enigma. Pero estaba tan furioso que abandonó a su prometida y regresó a su casa para vivir con su padre y su madre.