Y que no se preocupen por lo que tengan que dejar en su tierra, porque lo mejor de Egipto será de ellos.
Génesis 45:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Diles también que lleven consigo carros de Egipto, para que traigan a sus esposas, a sus hijos pequeños y a su padre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres, y traed a vuestro padre, y venid. Biblia Nueva Traducción Viviente Después el faraón le dijo a José: «Diles a tus hermanos: “Lleven carros de Egipto para transportar a sus niños y a sus esposas, y traigan a su padre aquí. Biblia Católica (Latinoamericana) Lleven del país de Egipto carretas para sus niños y mujeres, y traigan a su padre. La Biblia Textual 3a Edicion Mándales también: Tomad carros de la tierra de Egipto para vuestros pequeños y vuestras mujeres, y tomad a vuestro padre, y venid. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En cuanto a ti, dales esta orden: 'Haced esto: tomad de la tierra de Egipto carros para vosotros, para vuestros niños y para vuestras mujeres; tomad a vuestro padre, y veníos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y para vuestras esposas; y tomad a vuestro padre, y venid. |
Y que no se preocupen por lo que tengan que dejar en su tierra, porque lo mejor de Egipto será de ellos.
Entonces José les dio carros, conforme a la orden del faraón. Además les dio provisiones para el viaje y mudas de ropa.
Pero cuando le dieron los mensajes de José, y cuando vio los carros cargados de alimentos que José le había enviado, se llenó de alegría.
Entonces Jacob salió de Berseba, y sus hijos lo llevaron a Egipto, juntamente con sus descendientes y sus esposas, en los carros que el faraón les había proporcionado.
Escúchenme, todos los habitantes de lejanas tierras: El Señor me llamó antes de mi nacimiento, desde el vientre de mi madre me llamó por mi nombre.
Reyes y reinas les servirán, atenderán a todas sus necesidades. Ante ustedes se inclinarán hasta el suelo y lamerán el polvo de sus pies; entonces sabrán que yo soy el Señor. Los que en mí esperan no serán avergonzados jamás.
Trajeron seis carros cubiertos, tirados cada uno de ellos por dos bueyes —un carro por cada dos jefes y un buey por cada uno— y lo presentaron ante el Señor a la entrada del santuario.