Toda su familia trató en vano de consolarlo. Pero él decía: «No dejaré de llorar hasta que muera y me reúna con mi hijo». Y seguía llorando.
Génesis 44:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Si ustedes se llevan a su hermano, y sufre algún daño, yo me moriré de dolor”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y si tomáis también a este de delante de mí, y le acontece algún desastre, haréis descender mis canas con dolor al Seol. Biblia Nueva Traducción Viviente Si ahora alejan de mí a su hermano y él sufre algún daño, ustedes mandarán a la tumba a este hombre entristecido y canoso”. Biblia Católica (Latinoamericana) Si ahora llevan de mi lado también a éste y le sucede alguna desgracia, me moriré de pena en mi ancianidad, y será por culpa de ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Y si tomáis también a éste de mi presencia y le sucede alguna desgracia, haréis descender mis canas con maldad al Seol. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si ahora os lleváis a éste de mi lado y le ocurre alguna desgracia, haréis bajar mis canas con dolor al seol '. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si tomareis también a este de delante de mí, y le aconteciere algún desastre, haréis descender mis canas con dolor a la sepultura. |
Toda su familia trató en vano de consolarlo. Pero él decía: «No dejaré de llorar hasta que muera y me reúna con mi hijo». Y seguía llorando.
Entonces Jacob exclamó: ―¡Ustedes me han privado de mis hijos! Perdí a José, luego a Simeón, y ahora quieren llevarse a Benjamín. Todo se ha confabulado en mi contra.
Pero Jacob replicó: ―Mi hijo no irá con ustedes, porque José su hermano murió y sólo él me ha quedado de los hijos de su madre. Si algo llegara a sucederle, yo me moriría.
Pero Jacob no dejó que fuera Benjamín, el hermano menor de José, porque temía que algo malo le pudiera ocurrir, como había sucedido con José antes.
¡Quiera el Dios Todopoderoso que aquel hombre les tenga misericordia, para que le dé la libertad a Simeón y deje volver a Benjamín! Y si debo sufrir el dolor de la muerte de ellos, que así sea.
Entonces se inflamará mi ira contra ellos y los abandonaré, esconderé mi rostro de ellos, y serán destruidos. Tendrán gran tribulación, de modo que ellos dirán un día: “El Señor ya no está entre nosotros”.