―Yo no lo puedo hacer por mi propia cuenta —replicó José— pero Dios le dirá lo que significa.
Génesis 43:27 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Él les preguntó cómo estaban, y dijo: ―¿Cómo está su padre, el anciano de que me hablaron? ¿Vive aún? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía? Biblia Nueva Traducción Viviente Después de saludarlos, él les preguntó: —¿Cómo está su padre, el anciano del que me hablaron? ¿Todavía vive? Biblia Católica (Latinoamericana) El les preguntó cómo estaban; les dijo: '¿Está bien el padre de ustedes, aquel anciano de quien me hablaron? ¿Vive todavía?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces les preguntó cómo estaban, y dijo: ¿Está bien vuestro padre, el anciano del cual hablasteis? ¿Vive aún? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les preguntó cómo estaban y les dijo: '¿Goza de buena salud vuestro padre, el anciano de quien me hablasteis? ¿Vive todavía?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces José les preguntó cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, está bien? ¿Vive todavía? |
―Yo no lo puedo hacer por mi propia cuenta —replicó José— pero Dios le dirá lo que significa.
Somos hijos del mismo padre, somos personas honradas, señor. ¡No somos espías!
―Señor —dijeron—, somos doce hermanos y nuestro padre se quedó en Canaán. Nuestro hermano menor se quedó con nuestro padre, y el otro murió.
―Porque aquel hombre nos preguntó específicamente por nuestra familia —respondieron—. Quería saber si nuestro padre todavía vivía y nos preguntó si teníamos otro hermano. Por eso se lo dijimos. ¿Cómo íbamos a saber nosotros que nos iba a decir: “Traigan a su hermano”?
―Yo soy José —les dijo a sus hermanos—. ¿Mi padre vive aún? Pero los hermanos, debido a la gran sorpresa, se quedaron mudos.
Corre a encontrarla y pregúntale qué le pasa. Pregúntale si está bien su marido, y si el niño está bien. ―Sí —le dijo ella a Guiezi—. ¡Todo está bien!
envió a su hijo Adorán a saludar y felicitar al rey David por el éxito, y hacerle entrega, a la vez, de muchos regalos de oro, plata y bronce, tratando así de lograr una alianza con él. Hadad Ezer y Tou habían sido enemigos entre sí y habían sostenido entre ellos muchas guerras.
Moisés salió a recibir a su suegro con mucho cariño. Se preguntaron sobre la salud de uno y otro, y luego entraron en la tienda de Moisés, para seguir conversando.
Los cinco hombres entraron a la casa de Micaías y saludaron al joven sacerdote. Los seiscientos hombres armados se quedaron junto a la puerta,
David dejó las cosas que llevaba en manos del encargado de las armas y provisiones y corrió a las filas en busca de sus hermanos.