Génesis 43:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Señor, después de nuestro primer viaje a Egipto para comprar alimentos, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y dijeron: Ay, señor nuestro, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos. Biblia Nueva Traducción Viviente —Señor —le dijeron—, ya vinimos a Egipto una vez a comprar alimento; Biblia Católica (Latinoamericana) Perdón, mi señor, pero ya vinimos una vez a comprar grano, La Biblia Textual 3a Edicion y dijeron: ¡Ay, señor mío!° Nosotros ciertamente bajamos al comienzo a comprar alimento, Biblia Serafín de Ausejo 1975 diciéndole: 'Escucha, señor. Nosotros bajamos ya otra vez a comprar víveres; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio a comprar alimentos: |
Cuando se detuvieron para pasar la noche, uno de ellos abrió su costal para sacar grano, para dar de comer a sus animales y, ¡encontró el dinero dentro del costal!
Entonces los diez hermanos mayores de José fueron a Egipto para comprar trigo.
A medida que vaciaban los costales, iban descubriendo que dentro de cada uno estaba el dinero que habían pagado por el trigo. El terror se apoderó de todos ellos y también de su padre.
Cuando llegaron a la entrada del palacio, le hablaron al mayordomo de la casa de José y le dijeron:
al volver a nuestra tierra, nos detuvimos en un lugar a pasar la noche, abrimos nuestros costales y encontramos el dinero que habíamos pagado por el trigo. Aquí está; lo trajimos para devolverlo, además del dinero necesario para comprar más alimento. ¡No tenemos idea de cómo llegó el dinero a nuestros costales!
Pero Judá le dijo: ―Aquel hombre no estaba bromeando cuando dijo: “No regresen, a menos que su hermano venga con ustedes”. Así que no podemos ir, a menos que dejes que Benjamín vaya con nosotros.
―Porque aquel hombre nos preguntó específicamente por nuestra familia —respondieron—. Quería saber si nuestro padre todavía vivía y nos preguntó si teníamos otro hermano. Por eso se lo dijimos. ¿Cómo íbamos a saber nosotros que nos iba a decir: “Traigan a su hermano”?
―Señor —comenzó a hablar una de ellas—, nosotras dos vivimos en la misma casa. Yo tuve un hijo, estando esta mujer conmigo. A los tres días, ella también tuvo un hijo.