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Génesis 35:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Además les dijo: «Nos vamos a Betel. Allí voy a construir un altar al Dios que respondió a mis oraciones en el día en que estaba angustiado, y me acompañó en todo el viaje».

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Biblia Reina Valera 1960

Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora vamos a Betel, donde edificaré un altar al Dios que respondió a mis oraciones cuando yo estaba angustiado. Él ha estado conmigo en todos los lugares por donde anduve».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después subiremos a Betel. Allí edificaré un altar al Dios que me oyó el día de mi angustia y que me acompañó durante mi viaje.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Levantémonos y subamos a Bet-’El, y haré allí un altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después partiremos y subiremos a Betel, y edificaré allí un altar al Dios que me oyó el día de mi aflicción y que ha estado conmigo en el camino por el que he andado'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y levantémonos, y subamos a Betel; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado.

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Génesis 35:3
24 Tagairtí Cros  

Además, estaré contigo y te protegeré dondequiera que vayas, y te traeré de nuevo sano y salvo a esta tierra. ¡Jamás te abandonaré sin haberte cumplido mis promesas!».


Entonces el Señor le habló a Jacob y le dijo: «Regresa a la tierra de tus padres y de tus parientes, y yo estaré contigo».


En realidad, de no ser por la gracia del Dios de mi abuelo Abraham, el glorioso Dios de mi padre Isaac, tú me habrías despedido sin abonar un centavo a mi cuenta. Pero Dios vio tu crueldad y mi duro trabajo, y por eso es que se te apareció anoche y te reprendió.


El temor y la angustia se apoderaron de Jacob. Dividió la familia, los rebaños, las reses y los camellos en dos grupos;


Entonces todos le entregaron sus ídolos y los aretes que llevaban en las orejas. Jacob agarró todo esto y lo enterró bajo la encina que estaba cerca de Siquén.


Jacob erigió allí un altar y llamó a ese lugar El Betel (Dios de Betel), porque fue en Betel donde Dios se le apareció mientras huía de Esaú.


Entonces bendijo a José, diciéndole: ―Quiera Dios, el Dios de mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me pastoreó toda la vida, bendecir a estos muchachos.


«¡Señor, ayúdanos!», clamaron en su angustia, y él los libró de su dolor.


¡Que den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillosas obras que ha hecho para su bien!


Dios es nuestro amparo y nuestra fuerza, nuestra pronta ayuda en tiempos de tribulación.


Confía en mí en tus tribulaciones para que yo te libre y puedas darme la gloria.


Cuando me llame, yo responderé; estaré con él en la angustia, lo libraré y lo honraré.


Busca la voluntad del Señor en todo lo que hagas, y él dirigirá tus caminos.


¡Oh, pueblo mío de Jerusalén, no llores más, pues al oír el clamor de tu llanto él derramará su gracia sobre ustedes, él les responderá!


Cuando pases por aguas profundas de gran tribulación, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos no te ahogarás. Cuando pases por fuego no te quemarás, las llamas no te consumirán.


»De allí ve a la encina de Tabor, donde verás a tres hombres que vienen hacia ti y que van a adorar a Dios en el altar de Betel. Uno de ellos llevará tres cabritos, otro llevará tres panes, y el tercero un odre de vino.