Después, Abram salió de aquel lugar y viajó hacia el sur, a la región montañosa que queda entre Betel por el oeste y Hai por el este. Allí estableció su campamento e hizo un altar al Señor, e invocó su nombre.
Génesis 31:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Labán, finalmente, encontró a Jacob cuando este estaba acampado en los montes de Galaad. Labán también acampó allí, junto con los familiares que lo acompañaban, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y este había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus parientes en el monte de Galaad. Biblia Nueva Traducción Viviente Labán alcanzó a Jacob, quien acampaba en la zona montañosa de Galaad, y armó su campamento no muy lejos del campamento de Jacob. Biblia Católica (Latinoamericana) Labán alcanzó a Jacob. Como éste ya había levantado sus tiendas en el cerro de Mispa, Labán instaló las suyas en el de Galaad. La Biblia Textual 3a Edicion Alcanzó, pues Labán a Jacob, y éste había ya plantado sus tiendas en el monte, y Labán acampó con sus parientes en el mismo monte de Galaad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Alcanzó, pues, Labán a Jacob en el monte donde éste había asentado su tienda; Labán, con los suyos, asentó también la suya en el monte de Galaad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Alcanzó, pues, Labán a Jacob. Y Jacob había fijado su tienda en el monte, y Labán acampó con sus hermanos en el monte de Galaad. |
Después, Abram salió de aquel lugar y viajó hacia el sur, a la región montañosa que queda entre Betel por el oeste y Hai por el este. Allí estableció su campamento e hizo un altar al Señor, e invocó su nombre.
Aquella noche Dios se le apareció a Labán, el arameo, en sueños, y le dijo: «¡No te atrevas a tratar mal a Jacob!».
y le dijo a Jacob: ―¿Por qué me hiciste esto? ¿Por qué me engañaste y te trajiste a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra?
Luego llegaron a salvo a Siquén, en Canaán, y acamparon fuera de la ciudad.
Por la fe vivió como extranjero en la Tierra prometida. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también eran herederos de la misma promesa,