―Sí, lo sé —le respondió el Señor en un sueño—. Es por eso que te impedí que pecaras contra mí, y no te dejé tocarla.
Génesis 31:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »En el tiempo en que los animales estaban en celo tuve un sueño. En ese sueño veía que los chivos que se unían a las cabras eran manchados, rayados o moteados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. Biblia Nueva Traducción Viviente »En una ocasión, durante la época de apareamiento, tuve un sueño y vi que los chivos que se apareaban con las hembras eran rayados, manchados y moteados. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues me ocurrió una vez, cuando era el tiempo en que entraban en celo las ovejas, que alcé los ojos y vi entre sueños que los machos que cubrían a las hembras eran rayados, manchados y de varios colores. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que en el tiempo en que las ovejas se apareaban, alcé mis ojos y vi en el sueño, y por cierto, los machos que montaban a las ovejas eran listados, moteados y manchados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sucedió que al tiempo que el ganado estaba en celo, yo alcé los ojos y vi en sueños que los machos que cubrían a las ovejas eran listados, moteados y manchados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que al tiempo que las ovejas se apareaban, alcé yo mis ojos y miré en sueños, y he aquí los machos cabríos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. |
―Sí, lo sé —le respondió el Señor en un sueño—. Es por eso que te impedí que pecaras contra mí, y no te dejé tocarla.
Mientras dormía soñó que había una escalera desde la tierra hasta el cielo, y vio ángeles de Dios que subían y bajaban por ella.
De modo que se apareaban delante de las varas y así las hembras parían ejemplares manchados, negros o rayados. Jacob apartaba estas crías y las colocaba frente a los animales rayados y negros del ganado de Labán.
Entonces, en el sueño, el ángel de Dios me llamó por mi nombre, y yo le contesté: «Aquí estoy».
Entonces él me dijo: «Levanta la vista y observa que los machos que se unen a las hembras son manchados, rayados o moteados, porque estoy al tanto de lo que Labán te ha hecho. Yo soy el Dios que conociste en Betel, el lugar donde ungiste la piedra e hiciste voto de servirme. Deja ahora este país y vete a la tierra de tu nacimiento».
Aquella noche Dios se le apareció a Labán, el arameo, en sueños, y le dijo: «¡No te atrevas a tratar mal a Jacob!».
De esta manera Dios me ha enriquecido a expensas del padre de ustedes.
Una noche José tuvo un sueño y se lo contó de inmediato a sus hermanos, lo que hizo que estos lo odiaran aún más.
Esa noche, el Señor se le apareció en un sueño, y le dijo: ―Pídeme lo que quieras, que yo te lo daré.
El Señor les dijo: ―Hasta con un profeta me comunicaría con visiones y sueños;
»Si hay en medio tuyo un profeta o alguien que asegure ver el futuro por medio de sueños,