Un día, durante la época de la cosecha del trigo, Rubén encontró algunas mandrágoras que crecían en el campo y se las llevó a Lea, su madre. Raquel le dijo a Lea: ―Por favor, regálame algunas de las mandrágoras que te trajo tu hijo.
Génesis 30:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Aquella tarde cuando Jacob regresaba al hogar desde el campo, Lea le salió al encuentro y le dijo: ―Tienes que dormir conmigo esta noche, pues te alquilé por unas mandrágoras que encontró mi hijo. Y Jacob durmió con ella esa noche. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, al atardecer, cuando Jacob regresaba de los campos, Lea salió a su encuentro. «¡Debes venir a dormir conmigo esta noche! —le dijo ella—. Pagué por ti con algunas mandrágoras que encontró mi hijo». Por lo tanto, esa noche él durmió con Lea; Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando por la tarde llegaba Jacob del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: 'Esta noche dormirás conmigo, pues te he alquilado por unas manzanas de mi hijo. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando Jacob volvía del campo por la tarde, Lea le salió al encuentro, diciendo: Llégate a mí, porque te he alquilado formalmente por unas mandrágoras de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Jacob regresaba del campo al atardecer, le salió al encuentro Lía, y le dijo: 'Esta noche dormirás conmigo, pues he comprado el derecho a tenerte a cambio de las mandrágoras de mi hijo'. Y Jacob durmió con ella aquella noche. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: A mí has de entrar, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche. |
Un día, durante la época de la cosecha del trigo, Rubén encontró algunas mandrágoras que crecían en el campo y se las llevó a Lea, su madre. Raquel le dijo a Lea: ―Por favor, regálame algunas de las mandrágoras que te trajo tu hijo.
Pero Lea, disgustada, le respondió: ―¿No crees que es suficiente con que me hayas robado a mi marido, para que ahora quieras quedarte con las mandrágoras que me ha traído mi hijo? Raquel entonces le dijo con tristeza: ―Si me das las mandrágoras, te prometo que Jacob dormirá contigo esta noche.
Dios contestó las oraciones de Lea, pues esta quedó embarazada y le dio a Jacob un quinto hijo.