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Génesis 25:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Un día Jacob estaba haciendo un guiso cuando Esaú llegó del campo muy cansado

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Biblia Reina Valera 1960

Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cierto día, mientras Jacob preparaba un guiso, Esaú regresó del desierto, agotado y hambriento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En cierta ocasión estaba Jacob cocinando un guiso, cuando llegó Esaú del campo, muy agotado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y llegando Esaú cansado del campo, vio que Jacob cocinaba un guiso.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cierta vez, mientras Jacob preparaba un guiso, llegó Esaú del campo exhausto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,

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Génesis 25:29
10 Tagairtí Cros  

y le dijo: ―Hombre, ¡estoy muerto de hambre! ¡Por favor, dame un poco de ese guiso rojo! (Por eso, a Esaú también se le conoció con el nombre de Edom, que significa rojo).


Entonces Jacob le dio pan y el guiso de lentejas. Después de comer y de beber, Esaú se levantó y se fue. Así demostró que no le importaba para nada su derecho de hijo mayor.


Eliseo regresó a Guilgal. Había hambre en la tierra. Un día, mientras enseñaba a los jóvenes profetas, le dijo a Guiezi: ―Haz un guiso para que cenen estos hombres.


Uno de los jóvenes fue al campo a buscar verduras y regresó con algunas calabazas silvestres, las partió y las puso en una olla, sin saber que eran venenosas.


El justo come hasta quedar satisfecho, pero el malvado se queda con hambre.


―Si alguno de ustedes lleva un sacrificio consagrado en su ropa, y por casualidad la ropa roza pan, vino o carne, ¿será consagrada también esa comida? ―No —respondieron los sacerdotes—. La santificación no se transmite a las demás cosas de ese modo.


Entonces alguien le dijo que su padre había lanzado una maldición sobre todo aquel que comiera aquel día, y a causa de eso todos estaban cansados y débiles.


Sin embargo, hambrientos como estaban, persiguieron y mataron a los filisteos desde Micmás hasta Ayalón, debilitándose cada vez más.