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Génesis 25:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Pronto se dio cuenta que iba a tener mellizos porque los niños luchaban dentro de su vientre. Preocupada, Rebeca se dijo así misma: «Si las cosas van a seguir así, ¿para qué quiero seguir viviendo?». Entonces fue a consultar al Señor,

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Biblia Reina Valera 1960

Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero los dos niños luchaban entre sí dentro de su vientre. Así que ella consultó al Señor: —¿Por qué me pasa esto? —preguntó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero como los hijos chocasen entre sí en su seno, ella dijo: 'Si esto debe seguir, yo me muero. Y fue a consultar a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero como los hijos luchaban dentro de ella, dijo: Si es así, ¿para qué quiero vivir? Y fue a consultar a YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero los hijos se entrechocaban en su seno, y ella se decía: 'Siendo así, ¿para qué vivir?'. Y fue a consultar a Yahveh,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los hijos se combatían dentro de ella; y dijo: Si es así ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová.

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Génesis 25:22
7 Tagairtí Cros  

Pues cuando ofrecen regalos a ellos y entregan a sus pequeños para ser quemados, como lo hacen aún hoy, ¿creen ustedes que pondré atención a sus oraciones?, ¿creen que los ayudaré, oh israelitas? “¡Tengan por seguro”, dice el Señor Dios, “que no les daré ningún mensaje, aunque han acudido a mí para preguntar!


»El Señor Dios dice: ¡Yo estoy listo para oír las oraciones de Israel por estas bendiciones y estoy presto concederles sus peticiones!


Le preguntaron al Señor: ―¿Dónde está? ¿Está entre nosotros? Y el Señor respondió: ―Está escondido entre el bagaje.


Esa no fue la primera vez que consulté por él a Dios. Es injusto que me acuses a mí y a mi familia, porque yo no he sabido de ninguna conspiración en tu contra.


y consultó al Señor sobre lo que debía hacer. Pero el Señor no le contestó ni por sueños, ni por urim, ni por profetas.


David preguntó al Señor: ―¿Saldré a perseguirlos? ¿Podré alcanzarlos? Y el Señor le dijo: ―Sí, ve tras ellos. Recuperarás a todos los cautivos.


―Bien —aprobó Saúl—, vayamos y probemos. Fueron entonces a la ciudad donde vivía el profeta. Mientras subían la colina hacia la ciudad, vieron a algunas jóvenes que salían a sacar agua y les preguntaron si sabían donde vivía el vidente: En aquellos días los profetas eran llamados videntes. «Vamos y preguntemos al vidente», decía la gente en vez de decir «vamos y preguntémosle al profeta».