Y ya que han pasado por la carpa de este servidor de ustedes, les voy a traer algo de comer, para que repongan sus fuerzas y puedan continuar su viaje. ―Muy bien —dijeron ellos—, aceptamos tu invitación.
Génesis 19:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Miren, tengo dos hijas vírgenes. Se las daré para que hagan con ellas lo que bien les parezca, pero no les hagan nada a estos hombres, pues yo los invité a quedarse esta noche en mi casa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. Biblia Nueva Traducción Viviente Miren, tengo dos hijas vírgenes. Déjenme traerlas, y podrán hacer con ellas lo que quieran. Pero les ruego que dejen en paz a estos hombres, porque son mis huéspedes y están bajo mi protección. Biblia Católica (Latinoamericana) Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad. La Biblia Textual 3a Edicion Mirad, os ruego, tengo dos hijas que no han conocido varón, voy a sacarlas a vosotros ahora y haced con ellas como bien os parezca, pero no hagáis nada a estos varones° que han venido a cobijarse bajo mi techo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mirad, tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced con ellas como bien os parezca. Pero no hagáis nada a estos hombres, puesto que se cobijaron a la sombra de mi techo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. |
Y ya que han pasado por la carpa de este servidor de ustedes, les voy a traer algo de comer, para que repongan sus fuerzas y puedan continuar su viaje. ―Muy bien —dijeron ellos—, aceptamos tu invitación.
les dijo: ―Por favor, amigos míos, no vayan a cometer semejante maldad.
Entonces Rubén le dijo a su padre: ―Mata a mis dos hijos si no te devuelvo a Benjamín. Yo respondo por su regreso.
―No te enojes tanto —dijo Aarón—. Tú bien sabes que este pueblo es inclinado a la maldad.
Si corriges al burlón sólo conseguirás que te insulte; si corriges al malvado sólo conseguirás que te lastime.
Ayuno es que compartan su alimento con los hambrientos y que alberguen en sus hogares a los indefensos y menesterosos, que vistan a los que padecen frío y ayuden a todo aquel que necesite de su auxilio.
Si así fuera, podríamos llegar a esta conclusión: «Hagamos el mal para que nos vaya bien». Los que dicen tales cosas tienen bien merecida la condenación. ¡Y hay quién se atreve a decir que esto es lo que yo enseño!
El anciano salió y habló con ellos. ―No, hermanos míos. No hagan tal perversidad —les rogó—, porque es mi huésped.
Tomen a mi hija virgen y a la esposa de este hombre. Yo las sacaré y pueden hacer con ellas lo que quieran, pero no toquen a este hombre.
Pero la zarza replicó: “Si realmente me quieren, vengan y humíllense bajo mi sombra. Si se niegan, que salga fuego de mí y consuma a los grandes cedros del Líbano”.