¡Jamás se te vaya a ocurrir matar al justo junto con el malvado! ¡Jamás vayas a tratar de la misma manera al justo y al malvado! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no hará lo que es correcto?
Génesis 18:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Si encontraras cincuenta justos en la ciudad, ¿acabarías con todos, y no perdonarías a la gente de ese lugar por amor a los cincuenta justos? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Biblia Nueva Traducción Viviente Supongamos que encuentras cincuenta personas justas en la ciudad, ¿aun así la destruirás y no la perdonarás por causa de los justos? Biblia Católica (Latinoamericana) Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿es cierto que vas a acabar con todos y no perdonar el lugar en atención a esos cincuenta justos? La Biblia Textual 3a Edicion Quizá haya cincuenta justos en medio de la ciudad. ¿Arrasarás, acaso, y no perdonarás al lugar, por amor a los cincuenta justos que estén en medio de ella? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quizá haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Los aniquilarás, acaso, y no perdonarás al lugar por los cincuenta justos que hay allí? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? |
¡Jamás se te vaya a ocurrir matar al justo junto con el malvado! ¡Jamás vayas a tratar de la misma manera al justo y al malvado! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no hará lo que es correcto?
Finalmente, Abraham dijo: ―No te molestes mi Señor; hablaré sólo una vez más. Supongamos que sólo encontraras diez justos. Y el Señor le contestó: ―Entonces, por amor a los diez, no destruiría la ciudad.
Tus pecados pueden dañar a otro hombre, o tus buenas acciones causarle provecho.
Si el Señor Todopoderoso no hubiera intervenido para salvar a unos cuantos de nosotros, habríamos sido destruidos como lo fueron Sodoma y Gomorra.
¡Corran arriba y abajo por todas las calles de Jerusalén; busquen con cuidado por todas partes para ver si pueden hallar siquiera una persona justa y honrada! Si encuentran aunque sea una, no destruiré la ciudad.
El ángel me dijo: “No tengas miedo, Pablo. Porque tienes que presentarte ante el emperador. Y por ti, Dios les conservará la vida a todos los que están contigo en el barco”.