Génesis 12:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Para congraciarse con Saray, el faraón trató muy bien a Abram y le regaló ovejas, vacas, esclavos y esclavas, burros y burras, y camellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el faraón le dio a Abram muchos regalos a causa de ella: ovejas, cabras, ganado, asnos y asnas, siervos y siervas, y camellos. Biblia Católica (Latinoamericana) y en atención a ella, Faraón trató bien a Abram, quien recibió ovejas, vacas, burros, siervos y camellos. La Biblia Textual 3a Edicion Y a Abram le fue bien por causa de ella. Y tuvo rebaño, vacada y asnos, también siervos y siervas, asnas y camellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 el cual, por causa de ella, trató bien a Abrán, que adquirió ganado menor y mayor, asnos, siervos y siervas, asnas y camellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos. |
De modo que ya no podían vivir juntos, pues el campo no era suficiente para alimentar a tantos animales.
Saray, la esposa de Abram, no había podido tener hijos. Pero como tenía una esclava egipcia llamada Agar,
Entonces el rey Abimélec le dio a Abraham ovejas, bueyes y esclavos de ambos sexos, y le devolvió a Sara.
El Señor ha colmado de bendiciones a mi amo, de modo que él es considerado un gran hombre entre la gente de la tierra donde vive. Dios le ha dado grandes rebaños de ovejas y de vacas, además le ha dado una gran fortuna en plata y oro, y muchos esclavos y esclavas, camellos y burros.
Tenía grandes rebaños de ovejas y de vacas, y muchos esclavos. Por esta razón los filisteos le tenían envidia.
Como resultado, Jacob se enriqueció mucho, pues llegó a tener muchas ovejas, muchos esclavos, esclavas, camellos y burros.
Ahora poseo bueyes, burros, ovejas y muchos esclavos y esclavas. He enviado estos mensajeros para que te den la noticia de que regreso, con la esperanza de que tengamos un encuentro amistoso».
Así el Señor bendijo a Job al final de su vida, más que al comienzo. Pues ahora tenía catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras.
Pero si el sirviente piensa: “Mi señor va a tardar en volver”, y comienza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y a beber y a emborracharse, se verá en serios problemas.