El que no da el regalo prometido, es como la nube y el viento que no traen nada de lluvia.
Gálatas 6:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El que se crea demasiado grande cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Biblia Nueva Traducción Viviente Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante. Biblia Católica (Latinoamericana) Si alguno se cree algo, cuando no es nada, se engaña a sí mismo. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si alguno supone que es algo, siendo nada, se engaña a sí mismo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues si alguno cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si alguno piensa de sí que es algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. |
El que no da el regalo prometido, es como la nube y el viento que no traen nada de lluvia.
El fariseo, de pie, oraba así: “Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres que son ladrones, malhechores, adúlteros; ni mucho menos soy como este cobrador de impuestos.
Hace algún tiempo se levantó con sueños de grandeza un tal Teudas, al que se le unieron unas cuatrocientas personas; pero murió asesinado y los seguidores se dispersaron sin provocar mayores dolores de cabeza.
Vivan en armonía unos con otros. No sean arrogantes, sino traten como iguales a la gente humilde ¡y no se hagan como que lo saben todo!
Como mensajero por la bondad de Dios les advierto que no se consideren mejores de lo que son; valórense según el grado de fe que Dios les ha dado.
Si tengo el don de profecía y sé absolutamente de todo, y no tengo amor, no soy nada. Y si tengo una fe tan grande que puedo hacer que los montes cambien de lugar, de nada me servirá sin amor.
Basta ya de estarse engañando. Si alguno cree que tiene más inteligencia que cualquier otro, según las normas de este mundo, vuélvase ignorante, para que así llegue a ser sabio,
He sido un necio al andar con jactancias como estas; pero ustedes me han obligado, ya que ustedes son los que debían haber hablado bien de mí. En nada soy inferior a los superapóstoles, aunque a fin de cuentas yo no soy nada.
No porque creamos que por nosotros mismos podemos hacer las cosas. Dios es la fuente de nuestro poder.
Los grandes dirigentes de la iglesia no añadieron ni una tilde a mi mensaje. (No es que me importe que hayan sido grandes, porque Dios no juzga por las aparencias).
Pero las personas perversas y engañadoras irán de mal en peor, seguirán engañando a muchos, y ellas mismas serán engañadas.
Pongan en práctica la palabra y no se limiten a sólo escucharla pues de otra manera se engañan ustedes mismos.
Si alguien se cree religioso pero no controla su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada.
Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos a nosotros mismos y no tenemos la verdad.