Pero aun ahora el testigo de mi inocencia está allá en el cielo; mi abogado está allá en lo alto.
Filipenses 1:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Dios sabe lo mucho que los quiero a todos con el tierno amor que nos da Cristo Jesús. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios sabe cuánto los amo y los extraño con la tierna compasión de Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Bien sabe Dios que la ternura de Cristo Jesús no me permite olvidarlos. La Biblia Textual 3a Edicion Porque Dios es mi testigo de cómo os anhelo vehementemente a todos vosotros en las entrañas de Jesús el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dios me es testigo de cuántos deseos tengo, en las entrañas de Cristo Jesús, de estar con todos vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque Dios me es testigo de cuánto os amo a todos vosotros entrañablemente en Jesucristo. |
Pero aun ahora el testigo de mi inocencia está allá en el cielo; mi abogado está allá en lo alto.
¡Ay, lloro, lloro, lloro por Moab, y grande será mi pena por Quir Jaréset!
El pueblo de Israel oró a Dios y le dijo: ¡Oh Señor, mira desde el alto cielo y contémplanos desde tu santa y gloriosa morada! ¿Dónde está el amor que nos tenías, tu poder, misericordia y compasión? ¿Dónde están ahora?
El Señor responde: ¡Efraín es aún hijo mío, el pequeño a quien amo! ¡Tuve que castigarlo por necesidad, pero lo amo todavía! Por él suspiro y de él tendré misericordia.
Esto es así gracias a la gran misericordia de nuestro Dios. Y nos envió desde el cielo el sol de un nuevo día,
Dios sí sabe cuántas veces, de día y de noche, los llevo en oración ante aquel a quien sirvo con todas mis fuerzas dando a conocer a otros las buenas noticias del Hijo de Dios.
Les digo la verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo, me confirma que esto es verdad.
Por eso nos alegramos cuando nosotros somos débiles, con tal de que ustedes sean fuertes. Nuestra oración es que Dios los restaure en todo.
Él los ama más que nunca, sobre todo cuando recuerda la obediencia que le prestaron y la humildad con que lo recibieron.
Ahora todos ustedes son hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús.
Hijitos míos, ¡de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo se forme en ustedes!
Así que, si se sienten animados al estar unidos a Cristo, si sienten algún consuelo en su amor, si todos tienen el mismo Espíritu, si tienen algún afecto verdadero,
Él los extraña mucho a ustedes. Está preocupado porque ustedes se enteraron de que estaba enfermo.
Por eso, queridos hermanos míos, a los que amo y extraño mucho, a ustedes que son mi alegría y mi corona les digo que se mantengan firmes en el Señor.
Quiero que sepan cuánto he batallado por ustedes, por la iglesia de Laodicea y por aquellos a quienes nunca he tenido el gusto de conocer personalmente.
Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos.
Como ustedes saben, nunca hemos usado halagos ni pretextos para obtener dinero. Dios es testigo de eso.
Es tan grande el cariño que les tenemos, que no sólo les habríamos anunciado el evangelio, sino también les habríamos dado nuestras propias vidas.
Cuando recuerdo tus lágrimas, anhelo tener la alegría de volver a verte.
Sí, hermano, alegra mi corazón en Cristo con este gesto de amor que te pido en el Señor.
Pero si alguien está bien económicamente y no ayuda a su hermano que está en necesidad, ¿cómo puede haber amor de Dios en él?