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Éxodo 7:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

ahora el Señor te dice lo siguiente: “Vas a saber que yo soy el Señor, porque le he dado orden a Moisés de tocar el agua del Nilo con su vara, y el río se transformará en sangre.

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Biblia Reina Valera 1960

Así ha dicho Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

por lo tanto, esto dice el Señor: ‘Te mostraré que yo soy el Señor’. ¡Mira! Con esta vara que tengo en la mano golpearé el agua del Nilo, y el río se convertirá en sangre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ahora, pues, Yavé dice: En esto conocerás que yo soy Yavé: voy a golpear el Nilo con mi bastón y las aguas se convertirán en sangre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ahora dice YHVH: En esto conocerás que Yo soy YHVH: He aquí golpearé con la vara que tengo en la mano sobre las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero he aquí lo que dice Yahveh: en esto conocerás que yo soy Yahveh. Con el cayado que tengo en mi mano golpearé las aguas del Nilo, y se convertirán en sangre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así dice Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre.

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Éxodo 7:17
30 Tagairtí Cros  

Entonces un profeta se presentó ante el rey de Israel con este mensaje de parte del Señor: «Por cuanto los sirios han dicho: “El Señor es un Dios de las montañas y no de las llanuras”, yo te entregaré a todo este pueblo, y ustedes sabrán, sin duda alguna, de que yo soy el Señor».


Señor, Dios nuestro, te rogamos que nos salves del poder del rey de Asiria. Así todos los reinos de la tierra sabrán que solamente tú eres Dios».


Convirtió en sangre sus aguas y causó la muerte de sus peces.


Cómo volvió sangre sus ríos y nadie podía beber de sus aguas,


Que sepan que tú eres el Señor, que ese es tu nombre; que sepan que sólo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra.


El Señor es célebre por la forma en que hace caer a los malvados en sus propios lazos.


Entonces el faraón ordenó a su pueblo que echaran al río Nilo a todo niño hebreo que naciera, pero que a las niñas las dejaran con vida.


Un día podrán ustedes contarles a sus hijos y a sus nietos las cosas increíbles que estoy haciendo en Egipto. Les contarán cómo destruí a los egipcios, y cómo demostré que yo soy el Señor».


Si no aceptan el segundo, toma agua del Nilo y derrámala en tierra seca. Tan pronto el agua caiga al suelo, se convertirá en sangre.


―¿Conque esas tenemos? —replicó el faraón—. ¿Quién es el Señor para que yo tenga que obedecerlo y dejarlos ir? Yo no conozco al tal Señor, así que no dejaré salir a Israel.


Yo los aceptaré como pueblo mío, y seré el Dios de ellos. Y ellos sabrán que yo soy el Señor su Dios, que los he rescatado de los egipcios.


Mientras el faraón y todos sus funcionarios miraban, Aarón tocó con su vara la superficie del Nilo, y el agua se convirtió en sangre.


Cuando les muestre mi poder y los obligue a dejar salir a mi pueblo, los egipcios comprenderán que yo soy el Señor».


Llevaré a cabo mi terrible venganza sobre ellos para reprenderlos por lo que han hecho contra mi pueblo. Y cuando todo esto suceda, entonces sabrán que yo soy el Señor».


La tierra de Egipto llegará a ser un yermo desolado, por tu arrogancia de pensar que tú hiciste el río Nilo y que era de tu pertenencia exclusiva, y entonces los egipcios sabrán que yo, el Señor, lo he hecho.


Y así castigaré de manera ejemplar a Egipto y ellos sabrán que yo soy el Señor».


Y ellos sabrán que yo soy el Señor cuando haya prendido fuego a Egipto y destruido a sus aliados.


»Y cuando yo destruya a Egipto y elimine todo lo que tiene, entonces sabrá que yo, el Señor, lo he hecho.


Y regaré la tierra con tu sangre, llenando los torrentes hasta las cimas de las montañas.


Así te mostraré mi grandeza y traeré mayor fama sobre mi nombre, y todas las naciones del mundo oirán lo que he hecho, y sabrán que yo soy el Señor”.


Entonces mi pueblo sabrá que yo soy el Señor su Dios, responsable de haberlos enviado al exilio, y responsable también de traerlos de regreso. No dejaré a ninguno de ellos entre las naciones.


»Esta es la sentencia que han dictado los vigilantes, la orden que han dado los santos. ¡El propósito de esta sentencia es que todo el mundo sepa que el Altísimo domina los reinos del mundo, y le da el gobierno a quien quiere, aun al más humilde de los hombres!


Serás separado de la gente para vivir con los animales en los campos, y para comer hierba como las vacas durante siete años hasta que finalmente te des cuenta que el Dios Altísimo gobierna sobre todos los reinos de la tierra y se los da a quien él quiere».


»Ahora yo, Nabucodonosor, elogio y reconozco y respeto al Rey del cielo porque todas sus obras son rectas y buenas. Él es capaz de humillar a los orgullosos».


y fue apartado de la gente. Sus pensamientos eran como los de un animal, y vivió entre los burros salvajes; comía hierba como las vacas y su cuerpo estaba empapado con el rocío del cielo, hasta que por fin reconoció que el Altísimo domina sobre los reinos de los hombres, y que él escoge a quien quiere para reinar sobre ellos.


Pues ha desafiado al Señor del cielo al traer aquí estas copas robadas de su templo; y usted, sus esposas y concubinas, y sus nobles han estado bebiendo de ellas y al mismo tiempo elogiando a dioses de plata, oro, bronce, hierro, madera y piedra, dioses que ni ven ni oyen, ni tampoco entienden algo. ¡Pero no han elogiado al Dios que les da el aliento y tiene dominio sobre sus vidas!


Estos tienen poder para cerrar los cielos de manera que no llueva mientras estén profetizando. También tienen poder para convertir en sangre las aguas y enviar plagas sobre la tierra cada vez que lo deseen.


El segundo ángel tocó la trompeta e inmediatamente algo semejante a una inmensa montaña encendida se precipitó en el mar y destruyó una tercera parte de los barcos; una tercera parte del mar adquirió el color rojo de la sangre y murió una tercera parte de las criaturas que viven en el mar.