Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Éxodo 40:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

»Coloca el altar de oro para el incienso frente al cofre. Instala las cortinas a la entrada del santuario,

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

y pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina delante a la entrada del tabernáculo.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

»Ubica el altar de oro para el incienso frente al arca del pacto. Después cuelga la cortina en la entrada del tabernáculo.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Colocarás el altar de oro para el incienso delante del Arca de la Alianza y colgarás la cortina a la entrada de la Morada.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Luego pondrás el altar de oro para el incienso frente al Arca del Testimonio, y colocarás la cortina a la entrada del Tabernáculo.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Instalarás también el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio y pondrás el cortinaje a la entrada del santuario.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina delante de la puerta del tabernáculo.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Éxodo 40:5
12 Tagairtí Cros  

Pondrás el altar junto a la cortina, por el lado exterior, cerca de la tapa que cubre el cofre que contiene los Diez Mandamientos. Allí es donde me encontraré contigo.


y coloca el altar para el holocausto frente a la entrada.


»Cuando el campamento se traslade, Aarón y sus hijos entrarán primero en el santuario, quitarán el velo y cubrirán el cofre con él.


Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.


Por eso, Cristo no entró en un santuario hecho por seres humanos, que era una simple copia del verdadero santuario. Entró más bien, en el cielo mismo, para presentarse ante Dios a favor nuestro.