Mientras dormía soñó que había una escalera desde la tierra hasta el cielo, y vio ángeles de Dios que subían y bajaban por ella.
Éxodo 37:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y estaban uno frente al otro, con las alas extendidas, de tal modo que cubrían el propiciatorio, y miraban hacia él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y sus rostros el uno enfrente del otro miraban hacia el propiciatorio. Biblia Nueva Traducción Viviente Los querubines estaban frente a frente, mirando hacia la tapa de la expiación, con las alas extendidas por encima de la tapa para protegerla. Biblia Católica (Latinoamericana) Los dos querubines tenían las alas extendidas y cubrían con sus alas el Lugar del Perdón. Estaban uno frente al otro y sus caras miraban al Lugar del Perdón. La Biblia Textual 3a Edicion Y los querubines extendían sus alas en alto, y cubrían con sus alas el propiciatorio vueltos sus rostros el uno hacia el otro; y los rostros de los querubines estaban hacia el propiciatorio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ambos querubines tenían sus alas desplegadas en alto, protegiendo con ellas el propiciatorio; y sus rostros, el uno frente al otro, mirando al propiciatorio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y con sus rostros el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio los rostros de los querubines. |
Mientras dormía soñó que había una escalera desde la tierra hasta el cielo, y vio ángeles de Dios que subían y bajaban por ella.
Después de haber expulsado al hombre y a la mujer, Dios puso al oriente del jardín de Edén a los querubines, y una espada encendida que giraba en todas las direcciones, para evitar que nadie pudiera llegar hasta el árbol de la vida.
Los querubines estarán uno frente al otro, mirando hacia el centro de la tapa del cofre, y tendrán sus alas extendidas sobre la cubierta de oro.
Con madera de acacia hizo una mesa de noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco de ancho y setenta de alto.
Sobre él revoloteaban poderosos serafines de seis alas. Con dos alas se cubrían el rostro, con otras dos se cubrían los pies y con dos volaban.
―Les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.
Esto es así para que todos los poderes y autoridades en los cielos conozcan ahora la sabiduría de Dios, que se deja ver de tantas formas, al observar la iglesia.
Es más, todo lo considero una pérdida comparado con el supremo valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo considero basura, con tal de ganar a Cristo
No hay duda alguna de que lo que Dios ha revelado acerca de nuestra fe es muy grande: Cristo vino a la tierra como hombre, fue declarado inocente por el Espíritu, fue visto por los ángeles, fue predicado entre las naciones, creído en el mundo y recibido en la gloria.
¿Acaso no se dedican todos los ángeles a servir a Dios?, ¿acaso no los envía Dios para que ayuden a los que recibirán la salvación?
A ellos se les hizo saber que no se estaban sirviendo a ellos mismos, sino a ustedes. Los profetas hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron el evangelio con el poder del Espíritu Santo que fue enviado desde el cielo. Los mismos ángeles quisieran contemplar estas cosas.