Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Éxodo 36:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Cinco fueron unidas entre sí, y luego otras cinco unidas de la misma manera, y así formaron dos grandes cortinas.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Cinco de las cortinas las unió entre sí, y asimismo unió las otras cinco cortinas entre sí.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Se juntaron cinco de estas cortinas para hacer una larga, y lo mismo se hizo con las otras cinco para formar una segunda cortina larga.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Reunieron las primeras cinco cortinas y lo mismo las otras cinco.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y unió las cinco cortinas una a otra, y las otras cinco cortinas unió una a otra.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cinco cortinas fueron unidas unas con otras, y lo mismo se hizo con las otras cinco.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y juntó las cinco cortinas la una con la otra: asimismo unió las otras cinco cortinas la una con la otra.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Éxodo 36:10
15 Tagairtí Cros  

Jerusalén, ciudad que estás bien edificada, bien unida entre sí.


¡Que admirable, que agradable es que los hermanos vivan juntos en armonía!


Las unirás por sus extremos, de cinco en cinco, para formar dos cortinas largas, una para cada lado.


Con cincuenta cintas azules se hicieron lazos en el borde de las dos cortinas, cada lazo frente a su compañero de la otra cortina.


Cada cortina medía unos doce metros y medio de largo por un metro con ochenta centímetros de ancho.


»En aquel tiempo haré que los pueblos paganos dejen de cantar en honor a sus ídolos, para que puedan invocar mi nombre, y para que todos juntos me rindan homenaje sólo a mí.


Cuando llegó el día de Pentecostés, los creyentes estaban juntos reunidos.


Pero, amados hermanos, les suplico en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que no discutan más, que reine entre ustedes la armonía y cesen las divisiones. Les ruego encarecidamente que mantengan la unidad en sus pensamientos y propósitos.


Pero Dios lo hizo con miembros diversos que, en conjunto, forman un cuerpo.


Todos ustedes forman el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro necesario de ese cuerpo.


Y la iglesia, que es su cuerpo, está llena de él, que llena también todo lo que existe.


llénenme de alegría poniéndose de acuerdo unos con otros, amándose entre ustedes y estando unidos en alma y pensamiento.


Así que, ¡atentos todos los que hemos alcanzado madurez! Todos debemos pensar de esta manera. Y si algunos piensan de forma diferente en algo, Dios les hará ver esto también.