»Porque tú, Señor Todopoderoso, Dios de Israel, me has revelado que yo soy el primero de una dinastía que gobernará a tu pueblo para siempre. Por eso es que me he atrevido a elevarte esta oración.
Éxodo 35:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Aquellos cuyo corazón fue tocado por el Espíritu de Dios volvieron con sus ofrendas de materiales para el santuario y su equipo, y para las vestiduras sagradas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos aquellos con el corazón motivado y el espíritu conmovido regresaron con ofrendas sagradas al Señor. Trajeron todos los materiales que se necesitaban para levantar el tabernáculo, para realizar las ceremonias y para confeccionar las vestiduras sagradas. Biblia Católica (Latinoamericana) todos aquellos a quienes su corazón movía, hombres de corazón generoso, vinieron a dejar su ofrenda para Yavé, para la construcción de la Tienda de las Citas, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo aquel a quien su corazón impulsaba, y todo aquel a quien movía su espíritu, iba llevando la ofrenda a YHVH para la obra de la Tienda de Reunión, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se acercaron luego todos aquellos a quienes impulsaba su corazón, los generosos de espíritu, y ofrecieron dones a Yahveh para la obra de la tienda del encuentro, para su servicio y para las vestiduras sagradas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de la congregación, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. |
»Porque tú, Señor Todopoderoso, Dios de Israel, me has revelado que yo soy el primero de una dinastía que gobernará a tu pueblo para siempre. Por eso es que me he atrevido a elevarte esta oración.
Se levantó, y estando en pie delante de ellos, les dijo: «¡Hermanos míos y pueblo mío! Era mi deseo construir un lugar permanente para el cofre del pacto del Señor; un lugar en que nuestro Dios tuviera su trono. Ya tengo listos todos los elementos necesarios para la construcción,
Luego David se dirigió a Salomón y le dijo: «Salomón, hijo mío, dedícate a conocer al Dios de tus padres; adóralo y sírvele con un corazón limpio y una correcta disposición, porque el Señor ve todo corazón, y entiende y conoce todo pensamiento. Si tú lo buscas, lo encontrarás; pero si tú lo abandonas, él te desechará por completo.
Pero, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que se nos permita darte cosas? ¡Todo lo que tenemos ha venido de ti, y sólo te damos lo que ya es tuyo!
Y, fuera de todo esto, por amor al templo de Dios, ahora entrego todos mis tesoros privados para ayudar a la edificación.
También contribuyeron con grandes cantidades de joyas, las cuales fueron depositadas en la tesorería del templo del Señor, que estaba a cargo de Jehiel (descendiente de Guersón).
Todos estaban conmovidos y felices por esta oportunidad de servir, y al rey David lo invadió una grande alegría.
Algunos de los jefes de clanes, al llegar al templo del Señor que estaba en Jerusalén, ofrendaron generosamente para ayudar a la reconstrucción del mismo.
«Bendito sea el Señor, Dios de nuestros antepasados, que colocó en el corazón del rey el deseo de embellecer el templo del Señor en Jerusalén.
Cuando vayas a la guerra, tu pueblo te apoyará gustoso; tu traje de guerra será un traje de gala, y tu fuerza se renovará día tras día como el rocío de la mañana.
«Dile al pueblo de Israel que el que quiera hacerme una ofrenda, puede traerme
Vinieron hombres y mujeres, todos los que tuvieron un corazón dispuesto a dar. Le trajeron al Señor ofrendas de oro, joyas, pendientes, anillos, collares y objetos de oro de toda especie.
Otras mujeres, con mucha alegría, usaron sus dones especiales para hacer telas de pelo de cabras.
De esta manera el pueblo de Israel, todo hombre y mujer que quiso ayudar en la obra encomendada a ellos por el Señor, trajo su ofrenda voluntaria.
Todo el que tenga corazón generoso, puede traer las siguientes ofrendas al Señor: Oro, plata, y bronce; tela azul, morada y escarlata, hecha de lino fino torcido o de pelo de cabra; pieles de carnero, y pieles de cabra especialmente tratadas; madera de acacia; aceite de oliva para las lámparas; especias para el aceite de la unción y para el incienso; piedras de ónice y piedras para usar en el efod y en el pectoral.
Luego Moisés dijo a Bezalel, a Aholiab y a todos los que sintieron el deseo de colaborar en los trabajos que comenzaran a trabajar,
Volverán a tener su propio gobernante, y no será un extranjero. Y yo le invitaré a que se dirija a mí con toda confianza, y él se me acercará, pues ¿quién se atrevería a venir a mí de no ser invitado?
¡Crías de víboras! ¿Cómo van a hablar de lo bueno si son malos? ¡La boca expresa lo que hay en el corazón!
Si están de veras ansiosos de dar, la cantidad que den será bien recibida. Dios quiere que den de lo que tienen; no de lo que no tienen.
Cada uno tiene que determinar cuánto va a dar. Que no sea con tristeza ni porque lo obliguen, porque Dios ama al que da con alegría.
»¡Despierta, oh Débora, y canta! ¡Levántate, oh Barac, oh hijo de Abinoam, y lleva tus cautivos!
»Oigan bien, reyes y príncipes, porque cantaré al Señor el Dios de Israel.
¡Cuánto me regocijo en los caudillos de Israel que se ofrecieron voluntariamente! ¡Alaben al Señor!