Un día Moisés convocó a todos los israelitas, y les dijo: «Estas son las leyes que el Señor les ha dado para que las obedezcan:
Éxodo 34:35 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y el pueblo veía su rostro resplandeciente. Entonces Moisés se ponía de nuevo el velo, hasta que volvía al santuario a hablar con Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente y el pueblo de Israel veía el brillante resplandor de su rostro. Así que él volvía a cubrirse el rostro con el velo hasta que entraba nuevamente a hablar con el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Al ver los israelitas la cara de Moisés, notaban que su piel era radiante; pero Moisés volvía a ponerse el velo, hasta que entraba a hablar con Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de Israel miraban el rostro de Moisés, que la tez de su rostro resplandecía, entonces Moisés se volvía a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los israelitas veían que la tez del rostro de Moisés resplandecía. Después Moisés volvía a colocar el velo sobre su rostro, hasta que entraba de nuevo a hablar con Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Él. |
Un día Moisés convocó a todos los israelitas, y les dijo: «Estas son las leyes que el Señor les ha dado para que las obedezcan:
¡Qué admirable es ser sabio, para poder comprender, analizar e interpretar las cosas! La sabiduría ilumina el rostro del ser humano, suavizando sus durezas.
»”Y aquellos que son sabios brillarán como brilla la bóveda celeste, y los que enseñen a muchos la práctica de la justicia resplandecerán por siempre, como lo hacen las estrellas.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino del Padre. ¡El que tenga oídos, oiga!
¡Así dejen ustedes brillar su luz ante toda la gente! ¡Que las buenas obras que ustedes realicen brillen de tal manera que la gente adore al Padre celestial!
Juan era una lámpara encendida que alumbraba, y ustedes quisieron disfrutar de su luz por un tiempo.
No como Moisés, que se cubría el rostro con un velo para que los israelitas no vieran que la gloria se le desvanecía.
para que nadie pueda reprocharles nada y sean hijos de Dios sin culpa en medio de gente mala y perversa. Entre esa gente ustedes brillan como estrellas en el firmamento.