Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Éxodo 32:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Moisés, entonces, les dijo: «Hoy se han santificado para el servicio del Señor, porque han obedecido, aun cuando tuvieron que dar muerte a sus hijos y hermanos. Ahora el Señor les dará una gran bendición».

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Moisés les dijo a los levitas: «Hoy se consagraron a sí mismos para el servicio del Señor, porque lo obedecieron aun cuando tuvieron que matar a sus propios hijos y hermanos. Hoy se ganaron una bendición».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Moisés dijo a los levitas: 'Ustedes hoy acaban de ser consagrados a Yavé con sangre, tal vez con la sangre de un hijo o de un hermano. Por eso hoy él les da la bendición.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque Moisés les había dicho: Llenad hoy vuestra mano para YHVH, aunque cada uno actúe contra su hijo y contra su hermano, para que Él os otorgue hoy su bendición.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después dijo Moisés: 'Recibid hoy la investidura para el servicio de Yahveh, pues cada uno de vosotros ha ido contra su hijo y su hermano, de suerte que hoy os da él la bendición'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que Él dé hoy bendición sobre vosotros.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Éxodo 32:29
11 Tagairtí Cros  

Y envió esta orden a los levitas consagrados que enseñaban por todo Israel: «Puesto que el cofre está ahora en el templo que edificó Salomón, y ustedes no necesitan transportarlo sobre sus hombros, dediquen el tiempo a servir al Señor y a su pueblo.


Los levitas lo hicieron, y aquel día mataron a unos tres mil hombres.


Al día siguiente, Moisés le dijo al pueblo: «Ustedes han cometido un gran pecado, pero yo regresaré a la montaña, y me presentaré delante del Señor, para interceder por ustedes. Quizá él quiera otorgarles el perdón».


El Señor prefiere que practiquemos la justicia y la honradez en lugar de los sacrificios.


Y si alguien comienza nuevamente con profecías falsas, su propio padre o su madre lo matarán. “Debes morir”, le dirán, “porque has difundido mentiras como si fueran mensajes de parte del Señor”.


El que ame a su padre o madre más que a mí, no es digno de ser mío; y el que ame a su hijo o hija más que a mí, no es digno de ser mío.