El octavo día se llevó a efecto una solemne asamblea, pues habían celebrado la consagración del altar durante siete días, y la fiesta de los Tabernáculos durante otros siete días.
Éxodo 29:37 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Harás expiación por el altar y lo consagrarás a Dios cada uno de los siete días. Después de esto, el altar será muy santo, y cualquiera que lo toque será apartado para el Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por siete días harás expiación por el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare el altar, será santificada. Biblia Nueva Traducción Viviente Purifica el altar y conságralo cada día, durante siete días. Después el altar será completamente santo, y todo lo que lo toque se volverá santo. Biblia Católica (Latinoamericana) La expiación por el altar, y luego su consagración durará siete días. En adelante el altar será cosa muy sagrada y todo cuanto toque el altar quedará consagrado. La Biblia Textual 3a Edicion Harás expiación por el altar durante siete días y lo santificarás, y será un altar santísimo. Todo lo que toque al altar será santificado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Durante siete días harás la expiación del altar y lo consagrarás. Así, el altar será sacratísimo y cuanto toque quedará consagrado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por siete días expiarás el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare al altar, será santificada. |
El octavo día se llevó a efecto una solemne asamblea, pues habían celebrado la consagración del altar durante siete días, y la fiesta de los Tabernáculos durante otros siete días.
Ungirás el altar del holocausto y los utensilios, para santificarlos; así el altar será santísimo.
Tomarás un poco de su sangre y la aplicarás en los cuatro cuernos del altar y en las cuatro esquinas de la plataforma de arriba y en el reborde que lleva en torno. Esto limpiará y hará expiación por el altar.
Cada día durante siete días un cordero, un becerro y un carnero del rebaño serán sacrificados como ofrenda por el perdón de la maldad. Ninguno de ellos debe tener defecto alguno.
»”Setenta semanas han de pasar para que tu pueblo y Jerusalén pongan fin a su terquedad y maldad, para que pidan perdón por su maldad, establezcan para siempre la justicia, para que se cumplan la visión y la profecía, y consagren el lugar más especial del templo.
Así purificará el santuario de los pecados de los hijos de Israel. Y lo mismo hará por el santuario que está en medio de ellos, rodeado de sus impurezas.
En seguida se cambiará la ropa, sacará las cenizas del campamento, y las llevará a un lugar ritualmente limpio.
Cuando llegó al altar, lo roció siete veces y roció también los utensilios del altar, el lavamanos y su base, y los santificó.
―Si alguno de ustedes lleva un sacrificio consagrado en su ropa, y por casualidad la ropa roza pan, vino o carne, ¿será consagrada también esa comida? ―No —respondieron los sacerdotes—. La santificación no se transmite a las demás cosas de ese modo.
¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda que se pone sobre el altar o el altar que santifica la ofrenda?