Entonces el Señor bajó para ver la ciudad y la torre que estaban edificando,
Éxodo 19:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Luego, pasado mañana, descenderé sobre el monte Sinaí, mientras el pueblo observa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. Biblia Nueva Traducción Viviente Asegúrate de que estén preparados para el tercer día, porque ese día el Señor descenderá sobre el monte Sinaí a la vista de todo el pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) y estén listos para pasado mañana, porque pasado mañana Yavé bajará a vista de todos sobre el monte Sinaí. La Biblia Textual 3a Edicion Así estén preparados para el tercer día, porque al tercer día YHVH descenderá sobre el monte Sinay ante los ojos de todo el pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y estén preparados para el día tercero, pues al tercer día descenderá Yahveh, a la vista de todo el pueblo, sobre la montaña del Sinaí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y que estén apercibidos para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá, a ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí. |
Entonces el Señor bajó para ver la ciudad y la torre que estaban edificando,
»Tú descendiste al monte Sinaí y hablaste con ellos desde el cielo; y les diste leyes, estatutos y mandamientos rectos, firmes y excelentes.
Él abrió los cielos y descendió; bajo sus pies había densas tinieblas.
En la mañana del tercer día hubo una terrible tormenta de relámpagos y truenos. Una densa nube descendió sobre el monte, y hubo un largo toque de trompeta, y todo el pueblo tembló.
Todo el monte Sinaí estaba cubierto de humo, porque el Señor había descendido en forma de fuego. El humo subía al cielo como si saliera de un horno, y todo el monte temblaba como sacudido por un violento terremoto;
El Señor bajó a la cumbre del monte Sinaí, y llamó a Moisés para que subiera. Entonces Moisés subió,
La gloria del Señor reposó sobre el monte Sinaí. La nube cubrió el monte por seis días, y al séptimo día Dios llamó a Moisés desde la nube.
Los que estaban al pie del monte tuvieron una visión sobrecogedora. La gloria del Señor sobre la cumbre del monte parecía un fuego abrasador.
He venido a liberarlos de sus opresores egipcios y a llevarlos a una tierra buena y grande, tierra de la que fluye leche y miel, tierra en que viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.
Prepárate para subir a la cumbre del monte Sinaí, para presentarte ante mí.
El Señor descendió en la forma de una columna de nube y estuvo allí con él, y pasó delante de él y anunció el significado de su nombre: ―Yo soy el Señor, Dios de misericordia y de gracia —dijo—. Soy lento para la ira y grande en misericordia y verdad.
Yo descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del Espíritu que hay en ti y lo pondré también en ellos. Ellos te ayudarán a llevar la carga de modo que no tengas que hacer este trabajo solo.
Nadie ha subido jamás al cielo excepto el que bajó del cielo, que es el Hijo del hombre.
Yo he venido del cielo a cumplir la voluntad del que me envió y no la mía.
«El Señor vino a nosotros en el monte Sinaí, apareció desde el monte Seír; resplandeció desde el monte Parán, rodeado por diez millares de ángeles, y con fuego flameante en su mano derecha.
Cuéntenles especialmente acerca del día en que estuvieron delante del Señor en el monte Horeb, y él me dijo: “Reúne al pueblo delante de mí, y yo les enseñaré, para que aprendan a obedecerme y también para que les enseñen estas leyes a sus hijos”.
Josué le dijo al pueblo entonces: «Purifíquense, porque mañana el Señor hará maravillas entre ustedes».