Entonces el Señor preguntó: “¿Quién irá a inducir a Acab para que vaya y muera en Ramot de Galaad?”. Varias sugerencias se hicieron, hasta que un ángel se acercó al Señor y le dijo: “Yo lo seduciré”.
Éxodo 14:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los egipcios los siguieron por entre los dos muros de agua a lo largo del fondo del mar, con todos los caballos, carros y jinetes del faraón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los egipcios —con todos los carros de guerra y sus conductores, y con los caballos del faraón— persiguieron a los israelitas hasta el medio del mar. Biblia Católica (Latinoamericana) Los egipcios se lanzaron a perseguirlos, y todo el ejército de Faraón entró en medio del mar con sus carros y caballos. La Biblia Textual 3a Edicion Los egipcios reanudaron la persecución, y toda la caballería de Faraón, sus carros y sus jinetes entraron tras ellos en medio del mar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los egipcios los persiguieron y toda la caballería del Faraón, sus carros con sus guerreros, entraron tras ellos en el mar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta el medio del mar, todos los caballos de Faraón, sus carros y su caballería. |
Entonces el Señor preguntó: “¿Quién irá a inducir a Acab para que vaya y muera en Ramot de Galaad?”. Varias sugerencias se hicieron, hasta que un ángel se acercó al Señor y le dijo: “Yo lo seduciré”.
Yo he endurecido el corazón de los egipcios, y ellos los seguirán, y verán cómo honro mi nombre derrotando al faraón, con todos sus ejércitos, sus carros y sus caballos.
Y una vez más endureceré el corazón del faraón, y él los perseguirá. Lo hago así para mostrarle mi poder al faraón y a todo su ejército. Entonces todos los egipcios sabrán que yo soy el Señor». Los israelitas acamparon donde el Señor les había dicho.
La caballería del faraón, sus jinetes y sus carros trataron de seguir a Israel a través del mar, pero el Señor hizo que las aguas del mar cayeran sobre ellos, mientras que el pueblo de Israel pasó en seco.
Los enemigos dijeron: «Los seguiremos, les daremos alcance y los destruiremos. ¡Los destrozaremos con nuestras espadas y repartiremos el botín!».