―¡Por favor, por favor! —gritaba el rey al profeta—, ruega al Señor tu Dios que restablezca mi brazo nuevamente. Entonces el profeta oró al Señor, y el brazo del rey volvió a la normalidad.
Éxodo 10:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Perdonen mi pecado por última vez, y rueguen al Señor su Dios que aleje de mí esta plaga mortal. Prometo que no les negaré el permiso de salir a adorarlo». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas os ruego ahora que perdonéis mi pecado solamente esta vez, y que oréis a Jehová vuestro Dios que quite de mí al menos esta plaga mortal. Biblia Nueva Traducción Viviente Perdonen mi pecado una vez más, y rueguen al Señor su Dios para que aleje de mí esta muerte». Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora perdónenme mi pecado esta última vez, e intercedan por mí ante Dios para que aparte de nosotros esta plaga. La Biblia Textual 3a Edicion Por eso, ahora te ruego que perdones mi pecado, sólo esta vez, y que supliquéis a YHVH vuestro Dios, que al menos quite de mí esta plaga. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, pues, perdonad mi pecado siquiera una vez más, y pedid a Yahveh, vuestro Dios, que, al menos, aleje de mí esta muerte'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ruego ahora que perdones mi pecado solamente esta vez, y que oréis a Jehová vuestro Dios que quite de mí solamente esta mortandad. |
―¡Por favor, por favor! —gritaba el rey al profeta—, ruega al Señor tu Dios que restablezca mi brazo nuevamente. Entonces el profeta oró al Señor, y el brazo del rey volvió a la normalidad.
Pero después que los hombres comieron un poco, gritaron: ―¡Señor, el guiso de la olla es venenoso!
―Está bien, vayan —respondió el faraón—, pero no se vayan demasiado lejos. Ahora, dense prisa y oren por mí.
El faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: ―Rueguen al Señor que quite las ranas, y yo dejaré que su pueblo salga a ofrecerle sacrificio.
El faraón mandó a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: ―Ahora reconozco mi falta. Yo y mi pueblo hemos actuado mal.
Rueguen al Señor que termine este terrible azote, pues ya hemos tenido suficientes truenos y granizo, y yo dejaré salir a su pueblo al instante.
Señor, angustiados te buscaron. Cuando les llegó tu castigo, entonces exhalaron su temerosa oración.
El pueblo acudió a Moisés y llorando le dijo: ―Hemos pecado, al hablar contra el Señor y contra ti. Ora y pídele que eche de aquí estas serpientes. Moisés entonces oró por el pueblo, y
―Oren por mí —suplicó Simón—. No quiero que eso tan horrible me suceda.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, y por el amor que el Espíritu Santo ha puesto en ustedes, les ruego que se unan a mí en esta lucha y que oren a Dios por mi trabajo.
Él nos libró de la muerte y de la misma manera nos volverá a librar cuando sea necesario. En él hemos puesto nuestra esperanza.