Entonces, el sacerdote se puso de pie y les dijo: ―Ustedes han pecado, porque se han casado con mujeres extranjeras. Ahora merecemos más condenación que antes.
Esdras 10:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Así que a los tres días, el día veinte del mes noveno, todos los hombres de Judá y de Benjamín ya habían llegado y estaban sentados en la plaza del templo. Temblaban a causa de la seriedad del asunto que los había reunido y por la lluvia intensa que caía. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días, a los veinte días del mes, que era el mes noveno; y se sentó todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, temblando con motivo de aquel asunto, y a causa de la lluvia. Biblia Nueva Traducción Viviente En el plazo de tres días, todo el pueblo de Judá y de Benjamín se reunió en Jerusalén. La asamblea tuvo lugar el 19 de diciembre, y todos los israelitas estaban sentados en la plaza, frente al templo de Dios. Temblaban por la seriedad del asunto y también porque estaba lloviendo. Biblia Católica (Latinoamericana) Al tercer día se reunieron en Jerusalén todos los hombres de Judá y de Benjamín; era el veinte del noveno mes. Todo el pueblo estaba en la plaza delante del Templo de Dios. La gente temblaba tanto a causa de los acontecimientso como porque estaba lloviendo. La Biblia Textual 3a Edicion Se reunieron, pues, todos los hombres de Judá y Benjamín en Jerusalem dentro de los tres días. Era el mes noveno,° el veinte del mes, y todo el pueblo se sentó en la plaza de la Casa de Dios, temblando a causa de aquel asunto y por la gran lluvia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén en el plazo de los tres días. Era el día veinte del mes noveno. Todo el pueblo se congregó en la plaza del templo de Dios, y estaba temblando tanto por el asunto en sí como a causa de la intensa lluvia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días, a los veinte del mes, el cual era el mes noveno; y se sentó todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, temblando con motivo de aquel asunto, y también por causa de la intensa lluvia. |
Entonces, el sacerdote se puso de pie y les dijo: ―Ustedes han pecado, porque se han casado con mujeres extranjeras. Ahora merecemos más condenación que antes.
Prometemos solemnemente, delante de nuestro Dios, separarnos de nuestras esposas y de los hijos que con ellas hemos tenido. Haremos lo que tú y todos los que obedecen la ley de nuestro Dios nos aconsejen. Obedeceremos las leyes de Dios.
Entonces muchos de los que obedecían las palabras del Dios de Israel, debido a este pecado del pueblo, vinieron y se sentaron conmigo hasta la hora del holocausto de la tarde.
En el décimo mes, que es el mes de Tébet, en el séptimo año del reinado de Asuero, Ester fue llevada al palacio del rey.
¡Pero el Señor es el único Dios verdadero, el Dios que está vivo y da vida, el Rey siempre poderoso! ¡Es tan poderoso que toda la tierra tiembla cuando él se enoja, el mundo prefiere esconderse cuando sabe que está enojado!
Es su voz la que retumba en el trueno de las nubes tormentosas. Él hace que de la tierra se levante la niebla, envía el relámpago y produce la lluvia, y de sus tesoros saca el viento.
El rey estaba por entonces en un aposento de invierno en el palacio, sentado al frente de un gran brasero con fuego, porque era diciembre y hacía frío.