De la abundancia que hay en él, todos hemos recibido bendición sobre bendición.
Efesios 1:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y la iglesia, que es su cuerpo, está llena de él, que llena también todo lo que existe. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Biblia Nueva Traducción Viviente Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia. Biblia Católica (Latinoamericana) Ella es su cuerpo y en ella despliega su plenitud el que lo llena todo en todos. La Biblia Textual 3a Edicion la cual es su cuerpo,° la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquél que todo lo llena en todo. |
De la abundancia que hay en él, todos hemos recibido bendición sobre bendición.
Así que hay que obedecer a las autoridades para que no te castiguen y porque es un deber de conciencia.
Hay muchas maneras en que Dios actúa, pero siempre es un mismo Dios el que realiza todas las cosas en nosotros.
Cuando por fin Cristo haya sometido todo, el Hijo mismo se pondrá a las órdenes del Padre, para que Dios tenga la supremacía absoluta.
Y a todos nosotros, partes del mismo cuerpo, nos reconcilió con Dios mediante la cruz. ¡Allí en la cruz murió la enemistad!
Esto es así para que todos los poderes y autoridades en los cielos conozcan ahora la sabiduría de Dios, que se deja ver de tantas formas, al observar la iglesia.
Pues bien, el que descendió, luego regresó a lo más alto de los cielos para poder llenarlo todo.
Su propósito es que su pueblo esté perfectamente capacitado para servir a los demás, y para ayudar al cuerpo de Cristo a crecer.
De esta manera, todos llegaremos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, hasta que lleguemos a ser una humanidad en plena madurez, tal como es Cristo.
Somos un solo cuerpo y tenemos un mismo Espíritu; además, hemos sido llamados a una misma esperanza.
Es cierto que estoy sufriendo por ustedes, pero me alegro. Así ayudo a completar lo que falta de los sufrimientos de Cristo por ese cuerpo suyo que es la iglesia.
Sin embargo, no están conectados a Cristo, la cabeza, a la cual nosotros, que formamos su cuerpo, sí estamos unidos. Y lo estamos por medio de fuertes junturas y ligamentos, con lo cual crecemos a medida que Dios nos nutre.
La nacionalidad y la raza, la religión, la educación y la posición social carecen de importancia en esta vida. Lo que importa es que Cristo es todo y está en todos.
Que la paz de Dios reine en sus corazones, porque ese es su deber como miembros del cuerpo de Cristo. Y sean agradecidos.