Manasés fue un mal rey, pues hizo lo que no le agrada al Señor, pues imitó las prácticas abominables de las naciones que fueron arrojadas de la tierra para dejarle el lugar al pueblo de Israel.
Eclesiastés 9:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 La sabiduría es mejor que el armamento, pero una manzana podrida echa a perder todas las de una cesta. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien. Biblia Nueva Traducción Viviente Es mejor tener sabiduría que armas de guerra, pero un solo pecador puede destruir muchas cosas buenas. Biblia Católica (Latinoamericana) La sabiduría tiene más poder que las armas: pero bastan los errores de una sola persona para destruir mucho bien. La Biblia Textual 3a Edicion Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero uno solo que yerre puede destruir muchas cosas buenas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Más vale la sabiduría que las armas; un solo error destruye mucho bien. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien. |
Manasés fue un mal rey, pues hizo lo que no le agrada al Señor, pues imitó las prácticas abominables de las naciones que fueron arrojadas de la tierra para dejarle el lugar al pueblo de Israel.
Tus pecados pueden dañar a otro hombre, o tus buenas acciones causarle provecho.
Las moscas muertas dan mal olor y echan a perder el perfume. Un pequeño error puede pesar más que gran sabiduría y honra.
Si el hacha no tiene filo, se necesita mucha fuerza; sé inteligente: afílala.
Que la sabiduría es más valiosa que la insensatez, así como la luz es mejor que las tinieblas; pues mientras el sabio ve, el necio está ciego. Y sin embargo observé que al sabio y al necio les espera el mismo final.
Todo se puede obtener con sabiduría o con dinero, pero en la sabiduría hay muchas ventajas.
Entonces me di cuenta de que si bien la sabiduría es mejor que la fuerza, si el sabio es pobre, será menospreciado y no se apreciará lo que diga.
Así como Janes y Jambres combatieron a Moisés, aquellas personas combaten la verdad; tienen la mente depravada y han fracasado en la fe.
¿No recuerdan que cuando Acán el hijo de Zera pecó contra el Señor, la nación entera fue castigada además del hombre que pecó?
Hubo un gran pecado entre los israelitas. Alguien desobedeció el mandato de Dios de destruir todo salvo lo que estaba reservado para los tesoros del Señor. Acán, hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera, de la tribu de Judá, tomó parte del botín para sí, y el Señor se enojó con toda la nación a causa de esto.
Unos treinta y seis israelitas murieron durante el ataque, y muchos otros murieron mientras huían perseguidos por los hombres de Hai por toda la bajada hasta Sebarim. El pueblo israelita se paralizó de temor ante estos acontecimientos.
Si el pueblo hubiera podido comer el alimento hallado entre nuestros enemigos, quién sabe cuanto mayor daño hubiéramos hecho a los filisteos».