Esta es la lista de los descendientes de Adán. El día en que los seres humanos fueron creados, Dios los creó a su propia imagen.
Eclesiastés 7:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y descubrí que si bien Dios hizo íntegros a los hombres, cada cual se apartó para ir por su camino cuesta abajo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, sí encontré lo siguiente: Dios creó al ser humano para que sea virtuoso, pero cada uno decidió seguir su propio camino descendente». Biblia Católica (Latinoamericana) Y esto es lo que vi: Dios hizo sencillo al ser humano, pero ellos se han buscado mil problemas. La Biblia Textual 3a Edicion Sólo esto he hallado: que Ha-’Elohim hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Esto es lo único que descubro: que Dios hizo sencillo al hombre, pero el hombre mismo se busca infinitas complicaciones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí, solamente esto he hallado; que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchos inventos. |
Esta es la lista de los descendientes de Adán. El día en que los seres humanos fueron creados, Dios los creó a su propia imagen.
Con todo esto provocaron el enojo del Señor y entonces una plaga se desató entre ellos.
Sus malas acciones los contaminaron, pues su amor a los ídolos era adulterio a los ojos de Dios.
Señor y Dios nuestro, tú les respondiste y les perdonaste sus pecados, pero los castigaste cuando procedieron mal.
¡Qué admirable es ser sabio, para poder comprender, analizar e interpretar las cosas! La sabiduría ilumina el rostro del ser humano, suavizando sus durezas.
Hasta que mi pueblo abandone su terquedad, pues se niegan a seguir mis instrucciones. Son torpes, retrasados, sin entendimiento, muy avispados para hacer el mal, pero muy tontos cuando se trata de hacer algo bueno.
»Eras perfecto en todo lo que hacías desde el día que fuiste creado, hasta aquel momento en que se halló maldad en ti.
En otro tiempo, también nosotros éramos insensatos y desobedientes; con facilidad nos descarriábamos y vivíamos esclavos de los placeres y de los deseos pecaminosos. Estábamos llenos de rencor y envidia. Odiábamos a los demás y ellos nos odiaban a nosotros.