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Daniel 3:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Así Sadrac, Mesac y Abednego cayeron atados en medio de las llamas.

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Biblia Reina Valera 1960

Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

De esa forma Sadrac, Mesac y Abed-nego, firmemente atados, cayeron a las rugientes llamas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Esos tres hombres, Sidrac, Misac y Abdénago cayeron en el horno ardiente amarrados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

mientras los tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, caían atados dentro del horno de fuego en llamas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

mientras estos tres hombres, Sidrac, Misac y Abdénago, cayeron atados en medio del horno de fuego ardiente.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.

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Daniel 3:23
13 Tagairtí Cros  

El bueno no está libre de tribulación; también tiene sus problemas pero en todos ellos lo auxilia el Señor.


Cuando pases por aguas profundas de gran tribulación, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos no te ahogarás. Cuando pases por fuego no te quemarás, las llamas no te consumirán.


Sacaron pues, a Jeremías de su celda y atado con cuerdas lo bajaron a una cisterna seca en el patio de la cárcel. (La cisterna pertenecía a Malquías, miembro de la familia real). No había agua en ella, pero sí una gruesa capa de lodo en el fondo, en la cual se hundió Jeremías.


Sin embargo, el jefe del personal les dio nombres babilónicos: Daniel fue llamado Beltsasar; Ananías fue llamado Sadrac; Misael fue llamado Mesac; y Azarías fue llamado Abednego.


Pero de pronto, asombrado Nabucodonosor, se levantó a toda prisa y preguntó a sus consejeros: ―¿No atamos y arrojamos a tres hombres al horno? Ellos le respondieron: ―Así es, Su Majestad.


Pues nuestros pequeños y pasajeros sufrimientos producen una gloria eterna más grande y abundante.


apagaron grandes fuegos y escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de la debilidad y llegaron a ser tan poderosos en la guerra que hicieron huir a los ejércitos extranjeros.