La estrategia de Jacob consistía en apaciguar a su hermano por medio de los presentes enviados antes de su encuentro. Jacob pensaba que quizá de esa manera Esaú dejaría de odiarlo, y cuando se encontraran lo recibiría muy bien.
Daniel 10:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¿Cómo puede ser posible que yo, que soy tu servidor más humilde, tenga el privilegio de hablarte? Las fuerzas se me han ido y casi no puedo respirar”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Cómo podría alguien como yo, tu siervo, hablar contigo, mi señor? Mis fuerzas se han ido y apenas puedo respirar. Biblia Católica (Latinoamericana) Soy sólo el servidor de mi señor, ¿cómo podré hablar a mi señor si estoy sin fuerzas y me falta el aliento?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Cómo podría, pues, este siervo de mi señor hablar a mi señor, si ya no tengo fuerza alguna y ni aun aliento me queda?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. |
La estrategia de Jacob consistía en apaciguar a su hermano por medio de los presentes enviados antes de su encuentro. Jacob pensaba que quizá de esa manera Esaú dejaría de odiarlo, y cuando se encontraran lo recibiría muy bien.
Pero no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo.
y me dejaron solo. Cuando yo vi esta visión espantosa perdí mis fuerzas, me puse pálido y débil del susto.
Entonces Daniel, también llamado Beltsasar, estuvo sentado allí en silencio por largo tiempo, turbado por el significado del sueño. Finalmente el rey le dijo: ―Beltsasar, no te preocupes por el sueño y por su significado. Daniel respondió: ―¡Oh, cómo quisiera que lo que ocurre en este sueño le sucediera a sus enemigos, mi señor, y no a usted!
David mismo, hablando por el Espíritu Santo, dijo: “El Señor dijo a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’ ”.
A Dios nadie lo ha visto nunca; pero el Hijo único, que es Dios mismo y siempre está en unión con el Padre, nos ha enseñado cómo es, para que así lo podamos conocer.
Cuando Gedeón comprendió que realmente había sido el ángel del Señor gritó: ―¡Ay, Señor Dios, he visto a tu ángel cara a cara!