Cantares 5:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Salté para abrirle; mis manos destilaban perfume y mis dedos preciosa mirra cuando empujé el cerrojo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo me levanté para abrir a mi amado, Y mis manos gotearon mirra, Y mis dedos mirra, que corría Sobre la manecilla del cerrojo. Biblia Nueva Traducción Viviente Salté para abrirle la puerta a mi amor, y mis manos destilaron perfume. Mis dedos goteaban preciosa mirra mientras yo corría el pasador. Biblia Católica (Latinoamericana) Me levanté para abrir a mi amado,
y mis manos destilaron mirra,
corrió mirra de mis dedos
sobre el pestillo de la cerradura. La Biblia Textual 3a Edicion Me levanté para abrir a mi amado, Mis manos destilaron mirra, De mis dedos se escurrió la mirra por la manecilla del cerrojo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me levanté para abrir a mi amado: la mirra destilaba de mis manos, de mis dedos pasaba a las clavijas de la puerta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra que corría sobre las aldabas del candado. |
¿Quién es este que irrumpe de los desiertos como nube de humo por la tierra, entre aromas de mirra e incienso y perfumes exóticos?
Sus mejillas son como lecho de dulce bálsamo, como cultivos de aromáticas hierbas. Perfumados lirios son sus labios, como mirra es su aliento.
Cierta noche, mientras dormía, se me despertó en sueños el corazón. Oí la voz de mi amado; ¡llamaba a la puerta de mi recámara! «Ábreme, amada mía; amor mío, mi linda paloma», decía, «pues mi cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche corre por mi cabello».
como los sirvientes que esperan a que su señor regrese de un banquete de bodas, para abrirle la puerta en el momento en que él llegue y toque.
y con la noticia que él me trajo de que ustedes lo habían consolado. Cuando me habló del ansia con que esperan mi llegada, de lo tristes que se pusieron y de la gran preocupación que tienen por mí, el corazón me saltó de gozo.
Pido también que, por medio de la fe, Cristo habite en sus corazones, y que ustedes echen raíces y se cimienten en el amor,
Yo estoy siempre a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo.