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Cantares 4:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Tus labios, amada mía, destilan miel. Sí, miel y crema escondes bajo tu lengua, y el aroma de tus vestidos es como el de los montes y cedros del Líbano.

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Biblia Reina Valera 1960

Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tus labios son dulces como el néctar, esposa mía. Debajo de tu lengua hay leche y miel. Tus vestidos están perfumados como los cedros del Líbano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los labios de mi novia destilan pura miel; debajo de tu lengua se encuentra leche y miel, y la fragancia de tus vestidos es la de los bosques del Líbano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Oh esposa mía, tus labios destilan miel, La miel y la leche están debajo de tu lengua, Y el aroma de tus vestidos es como la fragancia del Líbano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Miel destilan tus labios, oh novia mía, miel y leche debajo de tu lengua, y el olor de tus vestidos como aroma del Líbano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa mía; miel y leche hay debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.

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Cantares 4:11
19 Tagairtí Cros  

Jacob se acercó y besó a su padre. Al oler la ropa que Jacob llevaba puesta, Isaac lo bendijo con estas palabras: «El olor de mi hijo es como el buen aroma de un campo bendecido por el Señor.


Son más deseables que el oro, más que el oro refinado. Son más dulces que la miel que destiló del panal.


Tus vestiduras exhalan perfume de mirra, áloe y casia. En tus palacios adornados de marfil hay música de arpa para deleite tuyo.


Porque son transplantados al huerto del Señor, y están en los atrios de nuestro Dios.


Las palabras amables son como la miel, endulzan el alma y dan salud al cuerpo.


Así aprenderás a ser discreto y te llenarás de conocimiento.


Los labios de la mujer infiel son como miel, y sus palabras más suaves que el aceite.


Cuán dulce es tu amor, amada mía, novia mía, Cuánto mejor que el vino. Más fragante es el perfume de tu amor que las más ricas especias.


Como cinta escarlata son tus labios, y ¡qué bellas tus palabras! Tus mejillas, tras el velo parecen dos mitades de granadas.


Aquí estoy en mi huerto, amada mía, novia mía. Reúno la mirra con las especias mías y como mi panal con la miel. Bebo mi vino con mi leche. ¡Oh, amado y amada, coman y beban! ¡Sí, beban hasta saciarse!


Sus mejillas son como lecho de dulce bálsamo, como cultivos de aromáticas hierbas. Perfumados lirios son sus labios, como mirra es su aliento.


y tus besos tan embriagantes como el mejor vino, que resbala suavemente por labios y dientes.


Para cuando este niño sea destetado y pueda distinguir entre el bien y el mal, los dos reyes a quienes tanto temes —los reyes de Israel y Siria— habrán muerto.


Ven con confianza, presenta tu ruego delante del Señor, y dile: «Señor, quítanos nuestra inclinación a cometer maldades; muestra tu bondad hacia nosotros y recíbenos de nuevo, y te ofreceremos cantos de gratitud.


Ya que es así, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza por medio de Jesucristo; es decir, confesemos su nombre con nuestros labios.