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Cantares 2:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Mi amado es como la gacela o como el cervatillo. Escuchen; ahí está detrás de la pared; ahora mira por las ventanas, se asoma por las celosías.

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Biblia Reina Valera 1960

Mi amado es semejante al corzo, O al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mi amante es como una gacela veloz o un venado joven. ¡Miren! Allí está, detrás del muro, asomándose por la ventana, mirando dentro de la habitación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

brincando por los cerros, mi amado, como una gacela o un cabrito. Ahora se detiene detrás de nuestra cerca, y se pone a mirar por las ventanas, a espiar por las rejas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Mi amado es como la gacela o el cervatillo. ¡Mirad! Está tras nuestro muro, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mi amado se parece a la gacela o a un cervatillo. Allá está parado detrás de la cerca, observando por ventanas, atisbando a través de celosías.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mi amado es semejante al corzo, o al cervatillo. He aquí, está tras nuestra pared, mirando por las ventanas, mostrándose por las celosías.

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Cantares 2:9
23 Tagairtí Cros  

Los hermanos de Joab, Abisay y Asael, estaban también en la batalla. Asael, que podía correr tan rápido como una gacela,


Ella es una gacela amorosa y agradable. ¡Que sus pechos te dejen siempre satisfecho! ¡Que su amor siempre te cautive!


Libérate, como se libera la gacela del cazador, o como se libera el ave de la trampa.


Miraba yo por la ventana de mi casa, a través de la celosía,


¡Qué hermoso eres, amor mío! Estamos recostados en la hierba,


Antes que amanezca y huyan las sombras, ven a mí, amado mío, como una gacela o como un ciervo en los montes de especias.


Mujeres de Jerusalén, les ruego por las gacelas y cervatillas del bosque que no despierten a mi amada. ¡Déjenla dormir!


Les ruego, mujeres de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque que no despierten a mi amada. ¡Déjenla dormir!


Ven pronto, amado mío, como gacela o cervatillo sobre las colinas cubiertas con yerbas aromáticas.


Los dos también contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús cuando partió el pan.


Isaías dijo esto porque vio la gloria de Jesús y habló de él.


»Ustedes estudian con cuidado las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. Y son ellas las que hablan de mí.


Si creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí.


De la misma manera, nuestros conocimientos son ahora muy limitados, como si estuviéramos viendo una figura en un espejo defectuoso; pero un día veremos las cosas como son, cara a cara. Mis conocimientos son ahora imperfectos, pero en aquel día podré conocer tal y como él me conoce a mí.


Estas eran sólo como sombras del que había de venir, es decir, Cristo.


La ley es sólo una sombra de los bienes que están por venir y no la realidad misma de esos bienes. Por eso, la ley nunca puede hacer perfectos a los que adoran por medio de los mismos sacrificios, año tras año sin cesar.


Entonces me postré a sus pies para adorarlo, pero me dijo: «¡No! ¡No lo hagas! Soy un siervo al igual que tú y tus hermanos que proclaman fielmente su fe en Jesús. Adora sólo a Dios. El propósito de las profecías es dar testimonio de Jesús».


La madre de Sísara miraba por la ventana esperando su regreso: “¿Por qué su carro demora tanto en llegar? ¿Por qué no oímos el sonido de sus ruedas?”.