Este Dios es nuestro Dios por los siglos de los siglos. Él será, nuestro guía hasta que muramos.
Cantares 2:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Mi amado es mío y yo soy suya. Él está apacentando entre los lirios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mi amado es mío, y yo suya; Él apacienta entre lirios. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi amado es mío, y yo soy suya. Él apacienta entre los lirios. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi amado es para mí,
y yo para mi amado;
lleva a su rebaño a pastar entre los lirios. La Biblia Textual 3a Edicion Ella ¡Mi amado es mío y yo suya! Él pastorea entre los lirios Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi amado es mío y yo soy suya; del pastor de azucenas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta entre lirios. |
Este Dios es nuestro Dios por los siglos de los siglos. Él será, nuestro guía hasta que muramos.
¡Oh Dios, mi Dios! ¡Cómo te busco! ¡Qué sed tengo de ti en esta tierra reseca y triste en donde no hay agua! ¡Cómo anhelo encontrarte!
Dime, amado mío, ¿dónde llevas hoy tu rebaño? ¿Dónde harás descansar tus ovejas al mediodía? ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus compañeros?
Mi amado ha bajado a su huerto, a sus lechos de especias, a apacentar su rebaño y a recoger lirios.
Yo soy de mi amado y mi amado es mío. Él apacienta su rebaño entre los lirios.
Ven, amado mío, salgamos a los campos y pasemos la noche entre los azahares.
Allí las mandrágoras esparcen su aroma, y a nuestra puerta hallamos las más exóticas frutas, frescas y secas, pues las he guardado para ti, amado mío.
Este es el nuevo convenio que voy a celebrar con ellos: Grabaré mis instrucciones en el corazón de ellos, para que tengan la voluntad de honrarme; entonces serán verdaderamente pueblo mío y yo seré su Dios.
A este tercio restante lo someteré a una dura prueba, será como hacerlo pasar por el fuego para purificarlo, así como se hace con el oro y la plata para refinarlos. Entonces se dirigirán a mí con oraciones fervientes y yo les pondré atención. Diré: “¡Este es mi pueblo!”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.
Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Y esta vida que ahora tengo la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.