La descendencia real de David será interrumpida, cortada como se hace con un árbol, pero del tronco surgirá un renuevo, una nueva rama de la antigua raíz.
Apocalipsis 22:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a anunciar estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David. Yo soy la estrella resplandeciente de la mañana». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. Biblia Nueva Traducción Viviente «Yo, Jesús, he enviado a mi ángel con el fin de darte este mensaje para las iglesias. Yo soy tanto la fuente de David como el heredero de su trono. Yo soy la estrella brillante de la mañana». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para decirles lo que se refiere a las Iglesias. Yo soy el Brote y el Descendiente de David, la estrella radiante de la mañana. La Biblia Textual 3a Edicion Yo Jesús he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas sobre las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,° la ESTRELLA° resplandeciente de la mañana. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo, Jesús, he enviado mi ángel para que testifique estas cosas acerca de las Iglesias. Yo soy el retoño y el linaje de David, el lucero brillante de la mañana. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, y la estrella resplandeciente de la mañana. |
La descendencia real de David será interrumpida, cortada como se hace con un árbol, pero del tronco surgirá un renuevo, una nueva rama de la antigua raíz.
¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido derribado en tierra, tú que fuiste tan poderoso luchando contra las naciones del mundo!
y le darás este mensaje que yo, el Señor Todopoderoso, le envío: “Haré que surja en la tierra un hombre, cuyo nombre será Renuevo, él será el encargado de edificar el templo del Señor.
»Calló, y sus ojos fueron abiertos y vio. Vio el futuro de Israel. ¡Vio salir en la distancia, una estrella de Jacob! Este Gobernador de Israel herirá al pueblo de Moab, y destruirá a los hijos de Set.
Estos son los antepasados de Jesucristo, descendiente de David y de Abraham:
y preguntaron: ―¿Dónde está el recién nacido rey de los judíos? Vimos su estrella en el lejano oriente y venimos a adorarlo.
―¿Qué opinan ustedes del Mesías? ¿De quién es hijo? ―De David —le respondieron.
Esto es así gracias a la gran misericordia de nuestro Dios. Y nos envió desde el cielo el sol de un nuevo día,
»Si al Cristo David lo llama “Señor”, ¿cómo puede entonces ser su hijo?»
Y el profeta Isaías añade: «Habrá un heredero en la familia de Isaí y reinará sobre las naciones; en él depositarán los pueblos su esperanza».
Los israelitas son descendientes de los patriarcas, y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, que es Dios sobre todas las cosas. ¡Bendito sea para siempre! Amén.
Así comprobamos el cumplimiento de las profecías, y ustedes hacen bien en examinarlas cuidadosamente. Ellas son como antorchas que disipan la oscuridad, hasta que el día esclarezca y la estrella de la mañana brille en sus corazones.
Esta es la revelación que Dios le dio a Jesucristo para que él le muestre a sus servidores los acontecimientos que ocurrirán pronto. Jesucristo se los reveló por medio de un ángel a su siervo Juan.
me dijo: «Escribe en un libro todo lo que veas, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea».
Yo Juan, les escribo a las siete iglesias que están en la provincia de Asia: Gracia y paz a ustedes de Aquel que es, que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono,
El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte.
El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que salga vencedor comerá del maná escondido, y le daré una piedra blanca en la que habré grabado un nuevo nombre que sólo conoce el que lo recibe.
El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: Al que salga vencedor le daré a comer del fruto del árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios.
Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero
Mientras tanto, deja que el malo siga haciendo el mal, y que el impuro siga en su impureza; pero que el bueno siga haciendo el bien, y que el santo siga santificándose».
El que da testimonio de estas cosas declara: «Sí, vengo pronto». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
Entonces el ángel me dijo: «Estas palabras son ciertas y dignas de confianza. Dios, el que inspira a los profetas, ha enviado a su ángel a mostrar a sus siervos lo que está por suceder».
Pero uno de los ancianos me dijo: «No llores. Allí está el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que con su victoria ha demostrado ser digno de romper los siete sellos del pergamino y desenrollarlo».