»A propósito, el rey Og de Basán fue el último de los gigantes. Su cama de hierro se conserva en un museo de Rabá, una de las ciudades de los amonitas, y mide unos cuatro metros de largo por uno ochenta de ancho.
Apocalipsis 21:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 La muralla tenía un espesor de sesenta y cinco metros. El ángel utilizaba medidas humanas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. Biblia Nueva Traducción Viviente Después midió el grosor de las murallas, que eran de sesenta y cinco metros (según la medida humana que el ángel usó). Biblia Católica (Latinoamericana) Midió después la muralla, y tenía ciento cuarenta y cuatro codos de altura. El ángel usaba las mismas medidas que nosotros. La Biblia Textual 3a Edicion Midió también su muro: ciento cuarenta y cuatro codos,° medida de hombre, que es de ángel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Midió la muralla y tenía ciento cuarenta y cuatro codos, según la medida humana, que era la del ángel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos de medida de hombre, la cual es de ángel. |
»A propósito, el rey Og de Basán fue el último de los gigantes. Su cama de hierro se conserva en un museo de Rabá, una de las ciudades de los amonitas, y mide unos cuatro metros de largo por uno ochenta de ancho.
Aquí se debe usar la sabiduría: Dicho número, que es el de un ser humano, es seiscientos sesenta y seis.
Y cantaban un cántico nuevo frente al trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Los únicos que podían cantar aquel canto eran aquellos ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de entre los de la tierra.
La ciudad era completamente cuadrada. Su largo era igual a su ancho; su alto era exactamente igual al largo y al ancho: dos mil doscientos kilómetros.
Entonces uno de los siete ángeles que habían derramado las copas que contenían las siete últimas plagas, vino y me dijo: «Ven y te presentaré a la novia, la esposa del Cordero».
Escuché el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil de todas las tribus de Israel: de Judá 12.000 de Rubén 12.000 de Gad 12.000 de Aser 12.000 de Neftalí 12.000 de Manasés 12.000 de Simeón 12.000 de Leví 12.000 de Isacar 12.000 de Zabulón 12.000 de José 12.000 de Benjamín 12.000