Acercándome, vi a un hombre cuyo rostro brillaba como el bronce, parado al lado de la puerta del templo, sosteniendo en su mano una cinta métrica y una vara de medir.
Apocalipsis 21:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El ángel traía en la mano una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y sus murallas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. Biblia Nueva Traducción Viviente El ángel que hablaba conmigo tenía en la mano una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. Biblia Católica (Latinoamericana) El ángel que me hablaba tenía una caña de medir de oro, para medir la ciudad, las puertas y la muralla. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que hablaba° conmigo tenía una medida, una vara de oro, para medir la ciudad, y sus puertas y su muro.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que hablaba conmigo usaba como medida para medir la ciudad, sus puertas y su muralla una caña de oro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el que hablaba conmigo, tenía una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro. |
Acercándome, vi a un hombre cuyo rostro brillaba como el bronce, parado al lado de la puerta del templo, sosteniendo en su mano una cinta métrica y una vara de medir.
Nuevamente alcé la vista, y vi alrededor mío a un hombre que llevaba en la mano una cuerda de medir.
Entonces le pregunté: «¿A dónde vas?». Y él me respondió: «Voy a medir a Jerusalén, pues quiero saber cuánto mide de ancho y cuánto de largo».
Sus murallas eran amplias y altas, y doce ángeles custodiaban sus doce puertas. Los nombres de las doce tribus de Israel estaban escritos en las puertas.
La ciudad era completamente cuadrada. Su largo era igual a su ancho; su alto era exactamente igual al largo y al ancho: dos mil doscientos kilómetros.
Cada una de las doce puertas era una perla, y la calle principal de la ciudad era de oro puro, transparente como un cristal.