No he rechazado sus mandamientos, sino que en ellos me he deleitado más que en mi alimento de cada día.
Apocalipsis 10:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Yo me le acerqué y se lo pedí. «Sí» me respondió; «tómalo y cómetelo. Al principio te sabrá a miel, pero cuando te lo tragues te amargará el estómago». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que me acerqué al ángel y le dije que me diera el pequeño rollo. Él me dijo: «Sí, tómalo y cómelo. Será dulce como la miel en tu boca, ¡pero se volverá amargo en tu estómago!». Biblia Católica (Latinoamericana) Me acerqué al ángel y le dije que me diera el librito. Me respondió: 'Toma, cómetelo; en tu boca será dulce como la miel, pero te producirá acidez en el estómago. La Biblia Textual 3a Edicion Y fui hacia el ángel, diciéndole que me diera el pequeño rollo. Y me dice: Toma, y devóralo,° y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me acerqué al ángel y le dije que me diera el pequeño rollo. Y me dice: 'Toma y devóralo. Amargará tu vientre, pero en tu boca será dulce como miel'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fui al ángel, y le dije: Dame el librito; y él me dijo: Toma, y cómetelo; y te amargará tu vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. |
No he rechazado sus mandamientos, sino que en ellos me he deleitado más que en mi alimento de cada día.
Son tus palabras las que me dan ánimo y consuelo; ellas son como alimento para mi vida desesperada, traen alegría a mi corazón triste y me deleitan. ¡Qué orgulloso estoy de contribuir para que tu nombre se vuelva más famoso, oh Señor de los ejércitos!
Escucha, hombre mortal, lo que yo te diré. ¡No seas tú también rebelde! ¡Abre la boca y come lo que te daré!».
El Espíritu me alzó por los aires. Yo iba lleno de amargura e ira, pero la mano del Señor me tenía agarrado con gran fuerza.
Lo tomé entonces y me lo comí. Y, efectivamente, me fue dulce en la boca, pero al tragármelo me amargó el estómago.