Después todos los hijos de Jacob fueron y saquearon la ciudad con el pretexto de que su hermana había sido violada allí.
Amós 3:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Por lo tanto, Dios el Señor dice: «Viene un enemigo que sitiará y conquistará tu país, acabará con tu poder y se llevará las riquezas de tus palacios». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, Jehová el Señor ha dicho así: Un enemigo vendrá por todos lados de la tierra, y derribará tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto —dice el Señor Soberano—, ¡se acerca un enemigo! Los rodeará y destrozará sus defensas. Luego saqueará todas sus fortalezas». Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, lo afirma Yavé, el enemigo invadirá tu territorio, tu poder se irá al suelo y tus palacios serán saqueados. La Biblia Textual 3a Edicion Por eso, así dice Adonay° YHVH: Un enemigo vendrá y rodeará la tierra,° Derribará tu fuerza y saqueará tus palacios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, así dice el Señor Yahveh: un enemigo cercará el país, abatirá tu poderío, y serán saqueados tus palacios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, así dice el Señor Jehová: Un enemigo vendrá aún por todos lados de la tierra, y derribará de ti tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados. |
Después todos los hijos de Jacob fueron y saquearon la ciudad con el pretexto de que su hermana había sido violada allí.
Entonces el rey Pul, es decir, Tiglat Piléser, de Asiria, invadió la tierra, pero el rey Menajem lo compró con un regalo de treinta y tres mil kilos de plata, para que lo dejara seguir siendo rey de Israel. Para conseguir esa cantidad de plata, Menajem obligó a los ricos de Israel a entregar, como impuesto, medio kilo de plata. Entonces Tiglat Piléser se regresó a su tierra.
Fue durante su reinado que el rey Tiglat Piléser, de los asirios, dirigió un ataque contra Israel. Capturó las ciudades de Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad, Galilea, y toda la tierra de Neftalí, y llevó al pueblo cautivo a Asiria.
Y luego quemó el templo, derribó los muros de Jerusalén, quemó todos los palacios y destruyó todo lo que tenía valor.
Por cuanto nada escapó de su voracidad, su bienestar no será duradero.
En castigo por eso yo destruiré a Judá con fuego, y consumirá también todos los palacios de Jerusalén».
Mi pueblo se ha olvidado de lo que significa hacer el bien. Sus hermosos palacios están llenos de bienes obtenidos por el robo y los actos de violencia». Lo ha dicho el Señor.
Y yo destruiré las hermosas casas de los ricos: sus casas de invierno y sus casas de verano. ¡También demoleré sus lujosas mansiones adornadas de marfil!». Lo ha dicho el Señor.
«Por eso, israelitas, yo traeré contra ustedes una nación que se apoderará de su país, desde Lebó Jamat hasta el arroyo de Arabá, y que los oprimirá sin compasión». Lo ha dicho el Señor, el Dios Todopoderoso.
El Señor, el Dios Todopoderoso, ha jurado por su propia gran fama: «¡Yo desprecio el orgullo y la vanidad de Israel, y odio sus hermosos palacios! Por eso entregaré esta ciudad a sus enemigos; sí, la entregaré con todo lo que hay en ella».