Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el entendimiento ¡y nunca los vendas!
2 Timoteo 1:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Ten por norma las sanas verdades que te enseñé, especialmente las concernientes al amor y a la fe en Cristo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente Aférrate al modelo de la sana enseñanza que aprendiste de mí, un modelo formado por la fe y el amor que tienes en Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Toma como norma la sana doctrina que has oído de mí sobre la fe y el amor según Cristo Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion Retén el modelo° de las sanas palabras que oíste de mí, con la fe y el amor que hay en Jesús el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ten por modelo las saludables palabras que escuchaste de mí, con la fe y el amor en Cristo Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en fe y amor que es en Cristo Jesús. |
Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el entendimiento ¡y nunca los vendas!
La sabiduría es árbol de vida para quien se sujeta de ella; ¡felices los que no la sueltan!
Son míos el consejo y el sentido común; son míos el entendimiento y el poder.
Te consideras maestro de los ignorantes y guía de los niños, porque tienes en la ley la fuente del conocimiento y la verdad.
Pero gracias a Dios que, si bien antes eran esclavos del pecado, ya están obedeciendo de todo corazón las enseñanzas que Dios les ha dado.
Pase lo que pase, vivan de manera digna, de acuerdo con el evangelio de Cristo, porque ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, sólo reciba noticias de ustedes, sabré que siguen firmes y unidos, luchando juntos por la fe del evangelio.
Practiquen lo que han aprendido, recibido y oído de mí, y lo que han visto en mí. Y obrando así, el Dios de paz estará con ustedes.
porque nos han hablado de lo mucho que confían en el Señor y de cuánto amor le tienen al pueblo de Dios.
para los adúlteros y los homosexuales, para los que trafican con vidas humanas, para los mentirosos y los que juran en falso. En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana enseñanza
¡Qué bondadoso fue conmigo el Señor al enseñarme a confiar en él y a estar lleno del amor de Cristo Jesús!
Si alguien enseña falsas doctrinas y se aparta de la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y de lo que enseña la verdadera religión,
Pablo, apóstol de Cristo Jesús porque Dios así lo quiso, de acuerdo con la promesa de vida que tenemos en Cristo Jesús,
Guarda bien la preciosa enseñanza que Dios te dio, mediante el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Lo que me has oído decir en presencia de muchos, enséñalo a creyentes de confianza que, a su vez, lo puedan enseñar a otros.
Pero tú sigue firme en lo que has aprendido, de lo que estás convencido. Ya sabes de quiénes lo aprendiste.
Llegará el momento en que la gente no querrá escuchar la sana enseñanza, sino que, guiada por sus propios deseos, se rodeará de maestros que le digan lo que desea oír.
Su fe en las verdades que hemos enseñado debe ser firme, para que pueda enseñarlas y convencer a los que la contradicen,
Que tu mensaje sea sano y sin faltas. Así cualquiera que discuta con ustedes se avergonzará al no encontrar nada que criticarles.
Sigamos firmes en la esperanza que profesamos, porque él cumplirá la promesa que nos hizo.
En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios si mantenemos hasta el fin nuestra entereza y la esperanza que nos hace sentir orgullosos.
En Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que subió al mismo cielo. Por eso, debemos seguir confiando en él.
Amados, me había propuesto escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado; pero ahora es preciso escribirles para que luchen y defiendan con firmeza la verdad que Dios, una vez y para siempre, dio a su santo pueblo.
Vengo pronto. Retén firmemente lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.
Vuélvete a lo que oíste y creíste al principio; guárdalo firmemente y arrepiéntete. Si no lo haces, iré a ti como ladrón, cuando menos lo esperes.