El rey dijo a Joab, jefe de su ejército: ―Toma un censo de todo el pueblo, de uno a otro extremo de la nación, para que yo sepa con cuántos soldados puedo contar.
2 Samuel 24:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces el Señor envió una epidemia sobre Israel aquella mañana, la cual duró tres días. Setenta mil hombres murieron a través de la nación. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, el Señor mandó una plaga sobre Israel esa mañana que duró tres días. Un total de setenta mil personas murieron en toda la nación, desde Dan en el norte hasta Beerseba en el sur. Biblia Católica (Latinoamericana) Y David escogió la peste.
Era el tiempo de la cosecha del trigo, y Yavé envió la peste a Israel desde esa mañana hasta el plazo fijado. El flagelo golpeó al pueblo y murieron setenta mil hombres desde Dan hasta Bersebá. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH envió la peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y desde Dan hasta Beerseba murieron del pueblo setenta mil hombres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces envió Yahveh la peste a Israel desde aquella mañana hasta el tiempo prefijado. Y murieron, desde Dan hasta Berseba, setenta mil hombres del pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová envió pestilencia a Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beerseba, setenta mil hombres. |
El rey dijo a Joab, jefe de su ejército: ―Toma un censo de todo el pueblo, de uno a otro extremo de la nación, para que yo sepa con cuántos soldados puedo contar.
Entonces el Señor envió una plaga sobre Israel, y murieron setenta mil hombres.
Joab comenzó la labor del censo, pero nunca la terminó, porque la ira de Dios se desató sobre Israel; por consiguiente, el total final nunca se insertó en los anales del rey David.
El jefe de la segunda división era Doday el ajojita. Tenía a su cargo veinticuatro mil hombres que prestaban servicio el segundo mes de cada año. Miclot actuaba como ayudante.
Aquella noche el ángel del Señor salió y fue al campo de los asirios y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados. Cuando al día siguiente se despertaron los sobrevivientes, vieron ante sí los millares de cadáveres.
«Señor, he oído de todos tus hechos poderosos y he quedado fascinado. »En este tiempo de tanta necesidad, repite tus actos poderosos como lo hiciste en tiempos anteriores. ¡Muéstranos tu poder y sálvanos! ¡En medio de la cólera, acuérdate que tus principales virtudes son la bondad y el perdón!
Las naciones y los reinos de la tierra pelearán entre sí, y habrá hambrunas y terremotos en diferentes lugares.
En esta ocasión apareció un caballo amarillo. El jinete que lo montaba se llamaba Muerte, y lo seguía otro jinete llamado Infierno. Se les concedió dominio sobre una cuarta parte de la tierra y autoridad para matar por medio de guerras, hambre, epidemias y fieras salvajes.
Pero el Señor dio muerte a setenta hombres de Bet Semes porque se atrevieron a mirar dentro del cofre. Y el pueblo hizo duelo a causa de los muchos que el Señor había matado.